El 26 de octubre de 2003, Michu debutaba en partido oficial con el primer equipo del Real Oviedo. El centrocampista, quien "con el tiempo llegaría a convertirse en uno de los símbolos del oviedismo", tal como indica el propio club en su web oficial, debutaba con la elástica azul en un partido de Tercera División que enfrentaba al equipo que por aquel entonces entrenaba Antonio Rivas con el Siero en el Carlos Tartiere. Cuánto ha llovido ya, y qué de cosas han pasado desde entonces.
Eran tiempos difíciles para el Real Oviedo, que trataba de sobrevivir, y cada triunfo resultaba vital para mantener la esperanza. Aquel 26 de octubre, Michu se convirtió en todo un halo de esperanza para el club. Ingresó al terreno de juego a los 63 minutos de partido, debutando con el primer equipo con apenas 17 años, para transformar el único gol del partido y darle el triunfo a los azules. Había nacido una leyenda que se agigantaría en los años venideros.
Tras cuatro temporadas, con un ascenso a Segunda B y el posterior descenso a Tercera incluidos, Michu abandonó la capital del Principado para jugar en el Celta de Vigo, Rayo Vallecano, Swansea, Nápoles y Langreo, y tras haber debutado con la selección española en octubre de 2013, regresó al Real Oviedo, su casa, en el verano de 2016, para colgar las botas 12 meses después y pasar en abril de 2019 a encabezar la dirección deportiva tras iniciarse en el cargo en el Langreo. Un cargo, el de director deportivo, que actualmente ejerce en el Burgos, con el que visitaba el Tartiere hace unas semanas para llevarse la victoria por 1-3.
En 2003 debutó el jugador más grande de la historia, a un jugador lo hacen grande sus actos no los títulos. @Michuoviedo enorme !! https://t.co/pphXggv6bV
— Andrés Muñoz Marroco (@Marroco8) October 26, 2021