El Real Oviedo hizo los deberes en el Carlos Tartiere. Los de José Ángel Ziganda no desaprovecharon la oportunidad de enfrentarse al Alcorcón, colista de LaLiga SmartBank, y se hicieron con la victoria. El madrileño Borja Bastón dio una exhibición de lo que debe tener un delantero centro y sumó su segundo doblete con la camiseta carbayona.
Con todos los jugadores sanos, excepto Javi Mier, José Ángel Ziganda optó por repetir el once que jugó el último partido en el Carlos Tartiere (2-0 ante la SD Amorebieta).
Bajo una intensa lluvia, el partido comenzó con buena actitud e intensidad por parte del Real Oviedo. Los carbayones llegaban con facilidad a la portería defendida por Dani Jiménez. En el minuto 9, Dani Calvo tuvo la primera oportunidad de gol con un cabezazo. Los de Ziganda se estaban defendiendo bien y en el minuto 18 llegó la segunda ocasión por medio de Borja Bastón y un nuevo disparo de cabeza.
Cuando se sobrepasó la media hora de encuentro, el Alcorcón empezó a despertar y equilibrar la balanza. El último cuarto de hora del primer tiempo fue dominado mayormente por el cuadro alfarero, que se acercó en varios ocasiones a la portería de Joan Femenías. Por su parte, Dani Calvo vio la tarjeta amarilla en el minuto 31, lo que significa que cumple ciclo de cartulinas y no podrá estar en el José Zorrilla ante el Real Valladolid.
La segunda parte no pudo empezar mejor para el Real Oviedo. Un contragolpe perfecto en tres pases acabó en el gol de Gastón Brugman. Desde la banda derecha, Borja Sánchez lanzó un centro milimétrico al primer toque hacia dentro del área. Allí esperaba el uruguayo para poner el balón pegado al palo con un gran testarazo.
Tras el tanto del sudamericano, el Alcorcón empezó a tambalearse y el cuadro ovetense se aprovechó de eso. Tras varias llegadas, un centro de Brugman acabó en el gol de Borja Bastón. El delantero madrileño peinó el esférico de espaldas a portería y puso el 2-0 en el marcador del Tartiere.
Y tres minutos después... ¡doblete de Borja Bastón! Esta vez, a pase de un Samuel Obeng con el que parece entenderse bastante bien. El punta ghanés lanzó un pase desde la derecha y, tras tocar en un defensa, el balón cayó en un Borja Bastón que no falló. De esta manera, el tercero del Oviedo y alegría inmensa para los presentes en el feudo carbayón para olvidar la eliminación en Copa del Rey.
En el último suspiro, Raúl Asencio anotó el gol del honor tras un centro lateral. El jugador alfarero se aprovechó de un fallo garrafal de Joan Femenías en la salida de puños. No midió bien los tiempos y salió tarde a por el balón, dejando la portería vacío para que el equipo madrileño recortara distancia en el marcador.