El Real Oviedo cuajó un gran partido frente a la UD Almería en la jornada 28 de LaLiga SmartBank. Un duelo, el disputado en el Carlos Tartiere, que se saldó con un grandísimo triunfo por 2-0, dominando de inicio a fin al cuadro almeriense, uno de los candidatos a todo.
Salió Ziganda con el once habitual, con los matices de Pierre Cornud por Mossa y Borja Sánchez por Marco Sangalli. No es fanático de las revoluciones el técnico vasco, ya lo sabemos, pero la imagen del equipo respecto a la del duelo en Tenerife no tuvo nada que ver. El nivel de todo el equipo fue superior, pero si individualizamos, futbolistas como Carlos Isaac, David Costas o Samuel Obeng rayaron a un gran nivel respecto a la semana pasada.
El plan del Cuco fue claro: presión intensiva al inicio del partido que puso muy nervioso al cuadro almeriense, que acostumbra a un fútbol eminentemente de posesión y combinativo. Esto propició que los de Rubi asumieran más riesgos en salida en algunas fases, y en otras que aseguraran los pases y no buscaran la profundidad. De este modo la primera ocasión clara del partido llegó en las botas de Borja Sánchez, que dio al palo en los primeros minutos.
En el siguiente acercamiento el Borja que la cazó fue Bastón, y ya sabemos que este no falla. Ni siquiera cuando sí lo hace, porque un remate suyo fallido le dejó con Fernando, portero del Almería, vencido y con el balón en posición franca de gol. A partir de ahí el cuadro rojiblanco comenzó a proponer más y el Oviedo se resguardó en defensa para buscar la contra, con carreras de Viti y Obeng. Sin embargo, el duelo se fue al descanso sin más ocasiones claras.
Ya en la segunda parte, el Oviedo repitió el guion del arranque del partido: más presión intensiva. Bastón y Obeng, acompañados por Borja y Viti y con Jimmy y Luismi en las vigilancias, se desfondaron. De hecho, los dos pivotes acabaron con tarjeta amarilla. Eso sí, la presión intensiva también provocó que el Almería, cuando la superaba, avanzase sin mucha oposición en el centro del campo, quedando partido el equipo. Sin embargo, Costas y Calvo lo repelieron casi todo, y Femenías intervino con acierto en la única ocasión real de peligro que tuvo el Almería en el arranque de esta segunda mitad. El mallorquín sacó un pie espectacular para sacar el disparo de Ramazani tras una triangulación en el Almería llevada por Robertone, Juan Villar (que entró en la segunda parte) y Sadiq.
Corría el minuto 66 y Borja Sánchez, en área propia, recuperó el balón en un ataque almeriense. 'El Mago del Requexón' decidió no rifarlo, aguantó y jugó hacia delante, con sutileza, para Pierre Cornud, que le ganó el duelo en un balón dividido a Juan Villar. El francés cabalgó 60 metros conduciendo y puso un centro que se quedó algo corto para Borja Bastón y Obeng... pero ahí apareció Babic para despejar, con tan mala suerte para el Almería que acabó metiéndose la pelota en propia portería.
Un triunfo que demuestra que lo del Oviedo en Tenerife solo fue un tropiezo y que, si se lo propone, este equipo puede pelearle a cualquiera.