Oportunidad fuera de mercado: entrena en El Requexón mientras el Real Oviedo estudia su fichaje

El mercado de invierno cerró sus puertas hace varios días, pero los clubes aún pueden fichar a jugadores libres. Este es el caso de Francis Guerrero, que se encuentra sin equipo desde que rescindiera el contrato que le unía al Real Betis hasta junio de 2023. Ahora, el lateral andaluz, que lleva sin competir desde mediados de 2020, se entrena en El Requexón a la espera de ofertas para relanzar su carrera. Una circunstancia que no ha hecho más que provocar los rumores acerca de un posible fichaje por el Real Oviedo.

Francis busca recuperar el nivel que le llevó al primer equipo del Betis, y ha elegido la capital del Principado para lograrlo. Tras un año en blanco, en enero de 2020 se marchó como cedido a la UD Almería, pero los constantes problemas de rodilla le obligaron a pasar por quirófano meses más tarde. Fue el inicio de una pesadilla para el de Coín, que lleva cerca de dos años en el dique seco y ahora quiere volver a sentirse futbolista. Con todo ello, este jueves se le ha visto en la ciudad deportiva azul junto al readaptador físico del conjunto carbayón Michi Menéndez.

Una denuncia al Betis por su despido

A finales de octubre de 2020, el Real Betis anunció la desvinculación de Francis tras seis años en el club y medio centenar de encuentros entre LaLiga, Copa del Rey y Europa League. Pese a que tenía contrato hasta 2023, en Heliópolis no se contaba con sus servicios y se hizo oficial su desvinculación de unas formas que el propio jugador entendía que no fueron las más adecuadas. Motivo que le llevó a denunciar a la entidad verdiblanca al considerarla como un despido improcedente.

El Betis quería que Francis pidiera la invalidez

Francis lleva años sufriendo un problema crónico en su rodilla, el cual le ha impedido tener regularidad tanto en el Betis como en el Almería. Los tratamientos conservadores no han dado el efecto deseado y, por ello, decidió someterse a una delicada operación que le ha impedido volver a pisar un verde hasta ahora.

Consciente de la intención del Betis, la idea del jugador pasaba por rescindir el contrato y renunciar a parte del dinero que le deberían de los próximos tres años. Por contra, el club instó al futbolista a firmar la invalidez por la rodilla, para que el seguro se hiciera cargo de los gastos y los heliopolitanos quedaran exento de pago. Una circunstancia que le habría obligado a abandonar definitivamente su carrera y que, lógicamente, desestimó. Desde entonces, todo está en manos de los juzgados.