El Real Oviedo sumó una nueva derrota como local ante el Cartagena en un partido para el olvido. Fueron muy inferiores de principio a fin y solamente una diana en el último minuto de Borja Bastón permitió maquillar un poco el resultado, pues llegaron a verse tres goles por debajo en el marcador. Después de perder otro partido, ahora mismo se colocan en una decepcionante decimosexta posición en la clasificación de LaLiga SmartBank.
Solo están tres puntos por encima del descenso, que lo marca el Mirandés, y las sensaciones comienzan a ser preocupantes. En caso de no mejorar rápidamente y no revertir la situación, Jon Pérez Bolo incluso puede ser destituido próximamente, por mucho que la directiva haya mostrado su confianza en él. La afición mostró su descontento durante los 90 minutos con el juego del equipo y hay muchos jugadores que están en el punto de mira, pues su rendimiento está dejando mucho que desear.
Entre ellos está Marcelo Flores, que llegó este verano como un refuerzo estrella cedido desde el Arsenal. Esperaban que tuviera un impacto inmediato y consiguiera asentarse gracias a su calidad y su potencial, pero de momento está decepcionando. Contra el Efesé tuvo la oportunidad de salir de inicio, pero firmó una actuación muy discreta, al igual que la mayoría de sus compañeros, y acabó siendo sustituido al descanso.
Hasta el momento solo ha podido participar en cinco encuentros, acumulando un total de 219 minutos, en los que no ha dado ninguna asistencia, ni ha sido capaz de ver portería. Las dudas aumentan entorno a su figura e incluso se especula con una cancelación del préstamo en el mes de enero. Viendo su actuación contra el Cartagena, es comprensible el motivo por el cual está teniendo tan poca incidencia en los planes de Bolo.
Eso sí, como recordó el presidente de la entidad asturiana, Martín Peláez, "no se puede olvidar que Marcelo tiene 18 años. Marcelo, por más que esté formado en el Arsenal, ahora está aquí con nosotros y todo esto forma parte de su proceso. Ahora debe foguearse y es importante en su formación y en su crecimiento". Pide calma con el internacional mexicano, que aún es muy joven, pero de momento no está consiguiendo asentarse en el Oviedo y la paciencia empieza a agotarse…
Aquí el único problema es el entrenador, el equipo tiene muy buena plantilla, pero si no se entrena la condición física, la estratégia es inexistente, algunos jugadores no juegan dónde deben y éste cuerpo técnico no sabe transmitir a los jugadores lo que tienen que hacer, es imposible ya no ganar, sino hacer un buen partido. Sinceramente, la dirección ya debería de darse cuénta desde la pretemporada hasta hoy, que éste cuerpo técnico no sabe transmitir ni llevar a éste equipo a dónde tiene que ser, se le notan las carencias y no hay que ser un experto para ver que la situación no va a cambiar. En mi humilde opinión, cuánto más tiempo estén en el banquillo, peor será para el conjunto, pueden meternos en un pozo imposible de salir, y a última hora se va a notar éste inicio de temporada, éste cuerpo técnico, no debe, no puede seguir un minuto más al frente del equipo, los culpables serían también los directivos, porque la afición ya mostró su parecer y la paciencia se acabó.
Mucho bombo y platillo con bolo pero hasta ahora " cuchu" No ye lo mismo predicar q dar trigo.lo dice el primon de llastres La cibiellinaa de pequeñina!
Marcelo es un jugador que encara el uno contra uno habitualmente, y eso genera un gran peligro pues puede acabar driblando al contrario o bien que éste le haga falta, lo cual, si es cerca del área es muy positivo para el equipo teniendo un jugador que tire bien las faltas. Pero, ¿cuál es el problema? El problema es que Bolo lo pone a jugar en una zona del campo alejadad del área contraria así su trabajo resulta intranscendente, no genera peligro. Tiene que jugar cerca del área, pero no de la propia sino de la contraria.