El capitán del Real Oviedo Jimmy Suárez ha reconocido hoy que siempre se intenta vivir la semana del derbi con el Sporting de Gijón como otra más de liga, pero que, en el fondo y sobre todo para los jugadores de la casa como él, es un partido diferente. "Parecen solo tres puntos, pero no lo son, son tres puntos que hay que ganar".
"No debería cambiar en exceso, pero es así, mentiría si digo que no es una semana especial. Y es verdad que en un partido así se nota tener en la primera plantilla a mucha gente de aquí, porque se vive diferente y se contagia al resto de la plantilla", ha admitido el canterano azul, que vive su segunda campaña como capitán.
El mediocentro, que será titular junto a Luismi en la medular, no imagina otra cosa que un resultado a favor del conjunto carbayón y está convencido de que la derrota del pasado domingo en Ipurua no va a afectar a la confianza de los oviedistas.
"Perdimos por un detalle puntual ante el Eibar, pero el partido estuvo controlado y eso que el rival era un gran equipo. Ese resultado no nos puede afectar a la confianza, para nada. Hemos encontrado otra cara y afrontamos el partido con la idea de ir a por ellos desde el principio", afirma.
"Mis expectativas son ganar, me vale un 1-0. Costará encontrar los puntos débiles por la concentración con la que se sale a este tipo de partidos y será un partido largo en el que habrá que forzar un error para ganar. Tarde o temprano habrá que ir a por el partido", aventura el oviedista, que confía en el ambientazo de un Tartiere que apunta a lleno.
El club carbayón ha puesto a la venta este miércoles las últimas mil entradas disponibles, reservadas aún para las localidades de acompañante que pueden sacar los socios. A partir del jueves, y solo en caso de que no se agoten antes, las podrán retirar el resto de aficionados a precio de público general.