El Real Oviedo se enfrentó en la jornada 33 al Granada CF, realizó un buen partido pero sin goles no hay paraíso. Eso lo pagó caro en el Estadio Nuevo Los Cármenes, por si fuera poco también fue un partido marcado por la polémica. Un posible penalti y una posible roja pudieron haber cambiado el destino del partido.
Polémicas aparte, en este partido se han visto algunas carencias que se están notando en los últimos partidos en la defensa. El equipo asturiano en esta temporada ha encajado 14 goles en jugadas que vienen precedidas de balón parado, contando saques de banda, penaltis, faltas laterales y los córners.
El equipo ovetense tiene un dato demoledor, el balón parado es el mayor problema del equipo. 14 goles recibidos que han costado 33 puntos perdidos. Una friolera cifra que le ha causado más de un problema para el equipo entrenado por Álvaro Cervera, pues está ahora peligrando su permanencia en LaLiga Smartbank. En la última jornada, el gol de Ricard Sánchez complica a un Real Oviedo que venía con ganas, después de la importante victoria al Leganés en Butarque.
Por otro lado, analizando el gol, sea cansancio o no, la desconexión en la defensa de esa segunda línea en el tanto, fue la que decantó el partido. Como decía Johan Cruyff: "el fútbol es un proceso que consiste en cometer errores, analizarlos y no frustrarse", un concepto que debe reflexionar el Real Oviedo.
La jornada pasada fue un fiel reflejo de la irregularidad del conjunto asturiano. El Real Oviedo a lo largo de la temporada ha tenido muchos problemas para defender las jugadas a balón parado. 12 jornadas y 33 puntos perdidos, que han dejado al equipo cerca del abismo. Álvaro Cervera tendrá un nuevo problema que que resolver para que el equipo tenga un buen final de liga.