En la rueda de prensa previa al último partido en casa, Álvaro Cervera dejó muy claro que en su idea perfecta de confección de plantilla se apoya en el filial para poder cubrir los posibles contratiempos que haya en el primer equipo. Una filosofía que el Real Oviedo puede cumplir con creces debido al talento que se forja en El Requexón, y con el Vetusta compitiendo en Segunda RFEF por segundo curso consecutivo.
El partido de este domingo contra el Levante UD, sin nada en juego más allá de la posibilidad de alcanzar la séptima plaza, sirvió para que el ecuatoguineano le diera la alternativa a dos 'chicos de la casa' que esta temporada han brillado en el filial como Yayo y Masca.
El primero, considerado ya como la perla de El Requexón, pudo salir de inicio después de gozar de unos minutos contra el Racing de Santander el pasado domingo. Cuajó una actuación más que solvente, en un sistema donde tiene que hacer mucho trabajo y en uno de los perfiles que Cervera parece demandar siempre que puede.
Por sus características técnicas, no cabe duda de que tendrá importancia en el futuro, aunque deberá seguir creciendo en algunas facetas trabajando a caballo entre el primer equipo y el filial. Con tan solo 18 añitos, suyo es el futuro.
Mayor protagonismo ha tenido con el primer equipo un Masca que incluso llegó a marcar un gol frente al Real Zaragoza. A sus 23 años, el máximo goleador del filial con nueve tantos ha pedido a gritos disponer de una oportunidad en el primer equipo que ha acabado aprovechando con creces.
Pese a que concluya contrato este verano, el club se guardaba una cláusula para prorrogarlo durante dos años más. Delantero rápido y con gol, encaja también en otra de las demandas de Álvaro Cervera y no se descarta que acabe formando parte de la primera plantilla a partir de verano, más aún cuando el futuro de Borja Bastón y Sergi Enrich es una auténtica incógnita y parece que no pueden jugar juntos.