Real Oviedo y Real Sporting firmaron las tablas en el partido de este sábado en el Carlos Tartiere. Esta edición del derbi asturiano, que comenzó con un incidente en el autobús rojiblanco, no pasará a la historia por el espectáculo futbolístico. Un quiero y no puedo que apenas se reflejó en ocasiones de peligro.
Ni siquiera fue un partido bronco, en parte gracias a la dirección del árbitro principal Cordero Vega, quien apostó por la continuidad del juego. Aunque sí es cierto que una acción en concreto copó la polémica en esta edición del derbi asturiano.
Corría el minuto 35 de juego cuando David Costas y Haissem Hassan disputaron un balón que acabó con un involuntario aunque peligroso pisotón. El defensor carbayón despejó con claridad el balón; el atacante sportinguista, tras previo resbalón, acabó impactando claramente con sus tacos en el pie de Costas.
Hassan vio quince minutos antes la cartulina amarilla, por lo que Cordero Vega podría haberle amonestado con una segunda amarilla y su consiguiente expulsión. El trencilla señaló la falta, pero decidió no castigar a Hassan. Desde la Sala VOR no recomendaron la revisión de la acción en el monitor al no considerarla suficiente como para ser castigada con roja directa. Cabe recordar que el VAR no puede intervenir en segundas cartulinas amarillas.
No se que criterio aplicará el sr. Cordero para ante un pisotón evidente y peligroso para el rival, no mostrar tarjeta. Tengo muy claro que si lo hacen Luismi u otro jugador del Oviedo sería expulsión y prisión permanente revisable.