La reacción del Real Oviedo tras la derrota en el derbi es todo un hecho. Y es que, a golpe de trabajo y riñón, está sabiendo sacar los partidos adelante. Desde que cayó en El Molinón hace más de un mes, el equipo aún no ha perdido. Tres victorias y dos empates es el bagaje de la reacción oviedista, con un triunfo de entidad ante el Almería. Y es que, si bien Javi Calleja llegó a estar muy en entredicho, ha conseguido hacer que el equipo juegue. Que sea capaz de generar volumen ofensivo suficiente como para ganar los partidos. Gran parte de la culpa en este sentido tiene nombre y apellido: Santi Cazorla. Con dos asistencias (una en el golazo de Alemao), fue clave el pasado domingo y su nivel está siendo de lo más destacado. Un futbolista de leyenda.
Y es que, a sus 39 años, las exhibiciones de fútbol que está dejando el centrocampista son de absoluta dominancia. No solo está dejando muestras de su calidad y talento, sino también de veteranía e inteligencia. Cuando Santi Cazorla está bien, el equipo está bien. Para muestra el partido ante el Almería. Los de Javi Calleja lograron abrir la lata a la salida de un córner botado por el asturiano. Fue David Costas quien, de cabeza, logró encontrar el único hueco que había para poner el primer tanto del partido en el marcador.
Esta fue la primera asistencia del ex de Recreativo de Huelva, Villarreal, Málaga o Arsenal en el partido. Sin embargo, aún le quedaría un servicio en un balón servido desde la frontal del área que Alex Alemao acabaría remachando, de espuela, para ganar el partido al Almería. Eso sí, no solo de asistencias vive Santi Cazorla, porque su ascendencia tiene mucha más importancia que los últimos pases que está consiguiendo dar.
Y es que, ante el Cartagena, inmediatamente después del derbi, se cascó un partido impresionante. No en vano, fue capaz de tocar la pelota 86 veces en todo el partido. Es decir, prácticamente no había jugada del Real Oviedo que no pasase por sus botas. En este encuentro estuvo incluso más atrevido de lo normal, intentando (sin suerte) hasta tres disparos. Por si fuera poco, estuvo eficaz en el regate y también a nivel defensivo, recuperando varios balones.
Si bien ante el Eldense sufrió un poquito más, contra el Eibar en el Carlos Tartiere volvió a dejar otra masterclass. En este encuentro, aunque tocó la pelota algo menos (el Eibar le discutió el balón como equipo aspirante al ascenso que es), sí que estuvo mucho más atrevido y vertical. No en vano, dejó hasta ocho pases clave en aquel duelo. También puso nueve centros y dejó dos ocasiones claras que, si sus compañeros hubiesen estado más acertados, bien podrían haber acabado en gol. Finalmente, los de Javi Calleja se impusieron gracias al gol decisivo de Ilyas Chaira.
Por último, su lección de fútbol fue un paso más allá frente al Almería. Y es que, a las dos asistencias que dio, hay que sumarle su omnipresencia en el ataque oviedista. Siete pases clave (de los cuales solo se aprovecharon esos dos), siete centros, 88 toques de balón, tres disparos... estadísticas de crack total.
Ahora, tras el dudoso arranque de temporada, el Real Oviedo vuelve a reengancharse a la pelea por el ascenso. No en vano, ya se posiciona como séptimo clasificado de la categoría con 15 puntos, apenas a cinco del líder, el Racing de Santander y a tan solo uno del Real Zaragoza, segundo clasificado. Con esto, el equipo carbayón se posiciona en la lucha por el ascenso en este arranque de temporada. Aún queda mucho camino, pero las sensaciones ya son completamente diferentes respecto al inicio. Quedan cosas por pulir, como la solidez defensiva, pero el equipo ya vuelve a saber lo que es ganar.