El regreso de Santi Cazorla al Real Oviedo está dando unos frutos que muchos no se esperaban. Y es que había quien pensaba que, a sus 38 años, llegaba para jugar poquitos minutos, retirarse con una ovación del Carlos Tartiere y retirarse. No obstante, el centrocampista está demostrando la (muchísima) calidad que le ha acompañado durante toda su carrera. Encima, el físico le está acompañando. Ahora, con 40 años recién cumplidos, y tras su primer gol con la camiseta azul, los que no le veían viniendo para aportar ahora no le quieren ver irse. Y todo, siempre, sin perder la sonrisa.
Ahora, el de Llarena se ha sincerado en una amplia entrevista con MARCA, en la que ha repasado algunos de los momentos clave de su carrera, las lesiones que ha sufrido, su primer gol con el Real Oviedo y su vida fuera de los terrenos de juego. En este sentido, Santi Cazorla ha dejado muchas reflexiones que merece la pena leer. No obstante, una de las más interesantes es cómo el anhelo de su hijo pequeño le ha permitido dilatar tanto su carrera.
En este sentido, revela que, durante su última convalecencia de larga duración, su retoño fue una pieza sumamente importante en su recuperación: "Una de las cosas que me marcaron cuando sufrí la lesión fue que mi hijo me dijera "papá, quiero verte jugando al fútbol". Esa frase se me quedó grabada. Era muy pequeño. Es un enfermo del fútbol, como yo. Desde ese día en el que me lo dijo, solo tuve un objetivo: jugar por mi hijo. Estoy orgulloso de que me haya visto jugar", manifestaba en dicha entrevista.
Igualmente, ahora el pequeño Enzo no quiere que Santi Cazorla se retire: "Mi hijo me sigue pidiendo que siga jugando. Ahora me dice 'un año más, un año más'. Yo ya le digo: "hijo, papá ya está un poco mayor para esto". La ilusión que tiene por verme jugar me enorgullece como padre. En ese sentido, ha sido muy importante en mi vida", reconoce el centrocampista.
Del mismo modo, admite que no es fácil, porque, tras tantas lesiones y con una edad tan avanzada, las molestias nunca llegan a desaparecer: "Por supuesto que hay dolor. Después de tanto, y de tanta carrera deportiva, siempre hay dolores. Al final, las ganas hacen que la balanza caiga más por la ilusión de seguir haciendo lo que más me gusta. Dolores, hay siempre, pero hay que saber convivir con ellos", comenta.
Así las cosas, Santi Cazorla deja entrever que su retirada está más cerca de lo que su fútbol hace sospechar. Parece mentira pero, viendo su nivel, muchos pensamos que retirarse al final de la presente temporada puede ser precipitado. Y eso que estamos hablando de un jugador de 40 años. Eso sí, quién sabe si, finalmente, el Real Oviedo logra el ascenso a LALIGA EA SPORTS. ¿No sería bonito retirarse con el equipo de tu vida en Primera división? Sea como fuere, lo que está claro es que, se retire este año, el siguiente o la semana que viene, lo hará con una sonrisa.