La cuesta de agosto
Arranca la Liga y para la Real lo hace con una auténtica cuesta de agosto (sábado, 20.15 horas, Estadio de la Cerámica, beIN La Liga). No solo por el rival con el que se abre este rocambolesco calendario asimétrico que vamos a padecer, el europeo Villarreal, sino porque será el primero de los tres partidos consecutivos que el equipo txuri urdin jugará fuera de casa por las obras de Anoeta. Asier Garitano no tendrá una papeleta fácil para su estreno en el banquillo realista, y el partido será una prueba interesante para ver si las dudas que tiene el aficionado después del juego y los resultados de pretemporada se quedan en un recuerdo veraniego que nada tenga que ver con la competición. Lo que no se puede negar es que ha sido una preparación atípica en cuanto a las lesiones por la ausencia de las mismas y el once que presentará el técnico en Villarreal saldrá de sus elecciones personales más que de las obligaciones.
Para su primera convocatoria, Garitano solo tenía tres ausencias, y dos de ellas eran ya conocidas durante la semana, las de Moyá y Januzaj, la incorporación más tardía al grupo por su presencia en el pasado Mundial de Rusia. A ellos se ha sumado Navas, con alguna molestia muscular. Teniendo en cuenta eso, con los descartes para este primer partido se pueden sacar tres conclusiones, siempre teniendo en cuenta que todavía es pronto para eso y más teniendo en cuenta el gusto del nuevo técnico realista por cambiar de planteamiento ante cada partido diferente. La primera es que De la Bella es el tercer lateral izquierdo de la plantilla. La segunda, que Agirretxe está en la misma posición como delantero. Y la tercera, que Merquelanz va a tener que pelear mucho para entrar en las convocatorias si en esta primera estará ausente incluso con Januzaj lesionado. Pero, hay que insistir en ello, es pronto. El otro descarte técnico, más previsible, es el de Gorosabel.
Parece difícil aventurar un once para este arranque de la temporada, máxime si tenemos en cuenta que el dibujo, eso en lo que Garitano dice no creer, es una incógnita. La ausencia de Moyá elimina la primera gran decisión del técnico, que alineará a Rulli bajo palos. En defensa, Zaldua y Theo serán los laterales, presumiblemente con Llorente y Elustondo como centrales. En el centro del campo parecen tener más papeletas para ser titulares Illarramendi y Merino, con Pardo, Zurutuza y Zubeldia jugándose la tercera posición, dependiendo siempre del tipo de partido que quiera plantear Garitano. Con Oyarzabal y Willian José como fijos en el ataque, Juanmi parece la apuesta más firme para completar esa línea y Sangalli podría ser la sorpresa, en función del estado físico del primero, que ha sido duda durante la semana. En el banquillo esperarán su oportunidad Zubiaurre, Hector Moreno, Kevin Rodrigues y Bautista.
Desde que la Real volvió a Primera en 2010, ha arrancado la Liga jugando fuera de casa en cinco ocasiones y el bagaje, nada malo precisamente por jugarse fuera de Anoeta, es completamente parejo. Ganó en dos ocasiones, el 1-2 al Sporting de la temporada 2011-2012 y el 2-3 de la pasada temporada ante el Celta; empató en la temporada 2015-2016, a cero goles en Riazor con el Depor como rival; y cayó en los dos encuentros restantes, 5-1 en el Camp Nou en la campaña 2012-2013 y 1-0 en Ipurua en la 2014-2015, en el primer partido en Primera del Eibar. Garitano debutará como técnico de la Real, buscando ser el primero que lo hace con victoria como visitante desde que Philippe Montanier lograra esa victoria en Gijón en 2011. Tras él, los únicos debuts en estas circunstancias fueron los de David Moyes e Imanol Alguacil y ninguno de los dos perdió en su estreno, ambos empataron a cero en Riazor e Ipurúa. El último entrenador que dirigió su primer partido con la Real lejos de Anoeta y perdió fue José Mari Bakero, 2-1 en Getafe en la temporada 2005-2006.
Villarreal es ahora mismo un escenario complicado para la Real, ya que el equipo donostiarra lleva más de una década empeorando unos resultados que hasta el descenso de 2007 eran buenos en ese estadio. En total han sido 14 encuentros, todos ellos en Primera, con siete victorias para el Villarreal, tres para la Real y cinco empates. Pero para encontrar el último triunfo txuri urdin hay que irse ya al 0-2 de la temporada 2005-2006. Desde entonces, cinco derrotas y tres empates. O lo que es lo mismo, el equipo txuri urdin no ha logrado vencer en Villarreal desde que volvió a Primera en 2010. Su mayor goleada sigue siendo el 1-3 de la campaña 2000-2001, con goles de Rekarte, Tayfun e Idiakez, triunfo que tanto ayudó a lograr la permanencia aquel año. Y la mayor goleada recibida por el cuadro realista es el 5-1 de la temporada 2013-2014.
La pasada temporada, la 2017-2018, el partido tuvo un nombre propio, Toño Ramírez, y no precisamente por aspectos positivos. Eusebio decidió sentar a Rulli tras una serie de actuaciones terribles y permitió al canterano estrenarse en la Liga más de un año después de regresar a la Real. Pero lo hizo cambiando además el sistema, poniendo defensa de cinco, y generando un caos que devoró a la Real y al propio Ramírez en apenas 20 minutos. Para ese instante, el Villarreal ya ganaba por 3-0 y el partido estaba resuelto. Víctor Ruiz en el 5, Fornals en el 17 y Bacca en el 20 machacaron al conjunto de Eusebio, que tuvo una tímida reacción con gol de Llorente en el 24 y vio cómo se truncaban sus aspiraciones de remontar en el 34 con el cuarto tanto del equipo local, de Samu Castillejo. El gol de Willian José en el minuto 58 fue simple maquillaje, sin opciones reales de empatar.