No hay tu tía. Anoeta sigue sin poder disfrutar de su primera victoria. Qué pena, otro partido que se escapa con la sensación de que la Real se mereció más. Pero se repitió la historia de siempre.
Los txuri urdin salieron mejor, dominaron a un Valencia que no la olía y un error de Navas motivó que los ché se adelantaran. Para colmo, Willian José falló en la segunda parte un penalti que hubiera dado al menos un punto.
Marcelino sigue siendo una bestia negra para una Real que sigue sin aprovechar sus ocasiones. Una auténtica lástima porque la mejoría del equipo y lo que se vaciaron los jugadores en el campo no tuvo recompensa. Una situación nada fácil que derivó en una de las derrotas que duelen, y mucho.
Asier Garitano apostó de salida por Moyá; Zaldua, Navas, Aritz, Kevin; Zubeldia, Zurutuza, Illarramendi, Merino, Oyarzabal y Willian José.
Salió bien la Real, con una buena puesta en escena y presionando arriba la salida del balón del Valencia.
El primero en intentarlo fue Illarramendi, que volvía a la titularidad, con un disparo desde fuera del área, pero salió muy flojo. El de Mutriku buscó más la colocación que la potencia, y Neto atajó sin problemas.
En los primeros 10 minutos no hubo ocasiones claras para ninguno de los dos partidos pero la Real era clara dominadora con un 68% de posesión, y queriendo mandar en el partido. Pero como los de Garitano no tienen partido tranquilo, Mikel Merino recibió una entrada de la que no se recuperó y a los 14 minutos tuvo abandonar el terreno de juego. El navarro se marchó con un fuerte golpe en su rodilla derecha y en su lugar entró Rubén Pardo dos minutos más tarde. Habrá que esperar para ver que tiene, pero se complica su presencia en el derbi. Vaya arranque de temporada en la enfermería...
Dominaba y tocaba la Real, mientras que el Valencia no merodeaba el área de Moyá. Pero la Real no debía de confiarse porque el conjunto ché era lo que quería, esperar la mínima para salir a la contra con sus jugadores de ataque, que eran muy rápidos. Tampoco Neto se había empleado hasta entonces.
Al menos se veía un conjunto, el donostiarra, con otra idea de juego distinta a la de partidos anteriores y con ganas de buscar más la meta contraria. Tal vez porque en el campo había más 'jugones', pero por lo menos estaban moviendo bien al equipo de Marcelino, que veía el partido desde la grada.
Hubo que esperar al minuto 21 para que el Valencia se aproximara por primera vez con peligro a la meta realista. En una jugada ensayada, Dani Parejo botó una falta peligrosa desde un lateral del área. Amagó con colgar el balón, pero acabó centrando a la frontal donde el remate de Vezo fue rechazado por la defensa realista.
Tocaba y tocaba la Real, pero no se profundizaba. Zurutuza pasó a ocupar la posición de Merino, y Pardo, una posición más centrada por detrás de Willian José.
El conjunto valenciano se quitó un poco la presión de encima de la Real, y mejoró un poco en lo que estaba siendo un partido muy táctico, con 'abuso' de centrocampismo. El árbitro anuló un gol a Gameiro por claro fuera de juego, en el que ni siquiera los visitantes pidieron el VAR.
A la media hora de partido, los txuri urdin elaboraron la mejor jugada del partido hasta entonces. Paciencia, criterio, mover bien el esférico y búsqueda de espacios sirvieron para que el tiro final de Kevin estuviera a punto de convertirse en el 1-0, pero el disparo lo atajó el portero del Valencia.
Desgraciadamente y sin merecerlo llegó el 0-1 para los valencianos. Jarro de agua fría en Anoeta cuando la Real estaba disputando los mejores minutos de la temporada con balón. Un error de Navas en la salida del esférico permitió a Cheryshev dar una perfecta asistencia a Gameiro, para que el francés marcara a placer.
La Real no se merecía ir por debajo en el marcador, y pudo empatar antes del descanso por partida doble. Zubeldia, que volvió a cuajar un encuentro excelente como lleva haciéndolo desde que arrancó la temporada, abrió de forma magnífica a la derecha y después de un control de escándalo de Oyarzabal, el eibarrés no pudo pegarla bien y la pelota salió mordida, por lo que Neto no tuvo problemas para atajarla. La siguiente oportunidad clara llegó en el minuto 41, cuando Aritz remató de cabeza un saque de esquina que el portero del Valencia salvó bajo palos para volver a mandar el esférico a la esquina.
El partido llegó al descanso con 0-1 en el marcador, tras una buena primera parte de los de Garitano a pesar de ir por debajo. La Real solo tenía que seguir creyendo en lo que estaba haciendo porque el partido estaba abierto y solo un error le había condenado a ir por debajo en el marcador.
La Real salió tras la reanudación con un cambio en su once. Sandro se vistió por primera vez de blanquiazul y Zaldua se quedó en el vestuario, dolido del golpe recibido en la primera parte. Aritz Elustondo pasó a ocupar el lateral derecho.
El arranque realista fue muy bueno, con el canario revolucionando al equipo en el ataque. De hecho en el 46 remató ya su primer balón, que se marchó al lateral de la red. Sandro va a dar mucho a este equipo ya que es un jugador diferente que corre, busca espacios a la espalda de los defensas y no tiene miedo a tirar.
A la Real le estaba faltando suerte porque estaba poniendo toda la carne en el asador para, por lo menos, nivelar el partido. Y eso que Moyá salvó el 0-2 a disparo de Batshuayi con un paradón en el minuto 59.
Cuando la suerte no acompaña, solo podía ocurrir lo que sucedió en el minuto 65. Tras una gran jugada de Pardo, el riojano fue derribado en el área y el colegiado decretó penalti. Por fin parecía que el partido hacía justicia. Willian José cogió el balón para establecer la igualada pero el disparo del brasileño lo detuvo Neto con los pies. La injusticia del fútbol.
El Valencia sacó a sus jugones, Guedes y Rodrigo Moreno, y eso se reflejó en el césped ya que poco a poco los de Marcelino empezaron a ganar terreno a la Real y a llegar con mayor facilidad a la meta de Moyá. Los valencianos además jugaban a favor de crono.
El partido estaba roto y podía marcar cualquiera, pero el Valencia acabó mejor y el resultado no volvió a moverse.
Terminó el partido con reparto de puntos en Donostia. Anoeta continúa sin conocer la victoria y tendrá que esperar una jornada más para intentar que los 3 puntos se queden por fin en el feudo txuri urdin. Ahora lo que toca es fijar toda la atención ante uno de los partidos de la temporada, el derbi vasco contra el Athletic, que se jugará el viernes, a las 21 horas, en San Mamés.
Hasta ahora a los de Garitano se le han dado mejor los partidos a domicilio, ya que ha ganado a Villarreal y Huesca. Contra el Valencia el equipo dejó buenas sensaciones en la primera parte y en el arranque de la segunda, pero no fue suficiente. El camino es el de los primeros 70 minutos. Hay que seguir creyendo.