La Real empató ayer a cero contra el Girona en Anoeta, un marcador que no colmó las aspiraciones de los txuri urdin que confiaban en sacar adelante por fin su primera victoria de la temporada en feudo donostiarra.
Es cierto que el equipo planteó un partido muy táctico, algo que también hizo el rival demostrando que ambos entrenadores, tanto Garitano como Eusebio se tenían bien estudiados.
Los donostiarras tuvieron pocas ocasiones, pero eso sí, dentro de que no fueros muchas pegaron dos palos y y el guardameta Bono fue el mejor del conjunto catalán.
La ansiedad por brindar a a afición el primer triunfo atenazó por momentos a los blanquiazules, que en la recta del final del encuentro tiraron más de corazón que de cabeza, con las fuerzas ya más mermadas por el cansancio, e incluso pudieron perder ya que los visitantes tuvieron hasta dos buenas oportunidades en los instantes finales de partido.
Dentro de que solo se pudo sumar un punto cabe resaltar que por segunda vez en lo que va de temporada la Real logró dejar su portería a cero. La anterior fue en el partido correspondiente a la jornada 4 disputado en El Alcoraz ante el Huesca que acabó 0-1 con gol de Mikel Merino, y ayer llegó este 0-0 ante el Girona. En el primer choque fue Gerónimo Rulli quien jugó de titular, mientras que ayer en Anoeta Miguel Ángel Moyá fue el elegido.
La semana pasada Asier Garitano declaró que uno de los objetivos más inmediatos era tratar de corregir errores en defensa que estaban costando goles al equipo. Se consiguió, pero lo que no pudo ser fue el otro 50%. Y es que además de echar el cerrojo en la portería la Real tiene que ser más eficaz arriba. Mimbres tiene para conseguirlo, a ver si poco a poco, a medida que se van recuperando los lesionados, empiezan a acoplarse todas las piezas.