La Real Sociedad continúa con la preparación a puerta cerrada de su debut ante el Celta en Copa del Rey, un torneo en el que acostumbra a acumular decepciones en las dos últimas décadas, la más reciente la eliminación en la cuarta ronda ante el Lleida en la pasada campaña.
Los jugadores donostiarras se han felicitado por tener enfrente a un conjunto de Primera, ya que ante equipos de inferior categoría su lista de verdugos es amplia, sobre todo con equipos de la Segunda B.
Una semifinal y unos cuartos de final, en ambos casos eliminada por el Barcelona, representan su mejor bagaje en este torneo en la última década, mientras que el resto de comparecencias fueron apeados entre otros por Las Palmas, Racing, Mallorca. Almería, Rayo y el propio Celta, además del citado Lleida.
Los donostiarras solo han ganado tres de los últimos doce partidos de este torneo desde 2015, un dato claro de su debilidad en Copa, pero la afición mantiene año tras año sus esperanzas en este torneo que la Real ya ganó en 1987 y un tropiezo, o un revés serio en el partido de ida, debilitaría la posición de Asier Garitano.
La Real, después de varios meses plagada de lesiones, sólo tiene para este encuentro las bajas de Merquelanz, Merino y Zaldua, y la duda del estado físico de Willian José, que ha empezado varios partidos en el banquillo tras recuperarse de su lesión fibrilar en la tercera jornada de liga y no termina de volver al nivel exhibido anteriormente.