Es verdad que la historia de la Real en la Copa del Rey es muy negra en las últimas décadas, pero en los últimos años la montaña rusa es mucho más pronunciada.
Semifinales en la 2013-2014 y cuartos de final en la 2016-2017, o la mayor humillación vivida en la competición, la remontada en Anoeta del Lleida en los dieciseisavos de final, la primera ronda, en una media hora para no olvidar. ¿Qué Real toca esta vez? La prueba es interesante, porque es ante un Primera, el Celta (jueves, 16.15 horas, Balaídos, beIN La Liga), porque el momento no es bueno y porque la Copa es una competición que tiene el poder de agudizar las crisis o de servir de bálsamo en los malos momentos.
Asier Garitano bien haría en tomar nota de lo sucedido en los últimos años, de ese vaivén emocional que supone la Copa y que puede tener una importancia capital, para bien o para mal, en una temporada, exceptuando la victoria en San Mamés y emocionales momentos con Anoeta o Agirretxe, que amenaza con moverse en la indiferencia.
En Copa, la convocatoria siempre da una primera idea de por dónde van los tiros. Muchos equipos optan por rotar y meter en el grupo a jugadores de los filiales. Garitano manda el primer mensaje llevándose a Vigo a los 18 jugadores disponibles del primer equipo y prescindiendo por ahora del Sanse, lo que hay que entender como un mensaje de ambición, aunque experiencias tenga sobradas ya la Real de ir con los mejores y salir escaldada en esta competición que tanto le ha costado entender en las tres últimas décadas.
Helados y preocupados por la ausencia de Sangalli, que ha sufrido un ictus leve del que todavía se desconocen las consecuencias, también son baja Navas, Zaldua, Merino (que tiene pinta de poder reaparecer pronto) y Merquelanz. Los que vuelven a la convocatoria, por tanto, son Oyarzabal y Bautista, el primero baja en el Wanda Metropolitano y el segundo descarte del técnico para el último encuentro de Liga.
Cabe esperar novedades en el once que Garitano ponga sobre el césped de Balaídos. Y la primera puede estar en la portería, donde Rulli puede contar con una nueva oportunidad y dejar a Moyá en el banquillo.
No hay mucho margen para elegir en defensa, donde se espera el regreso de Theo en lugar de Kevin y probablemente descanse Aritz, con Gorosabel en la banda diestra y en el centro Héctor y Llorente, en sus primeros minutos tras la lesión.
Como ya suele ser habitual, a partir de ahí cualquier fórmula parece viable. Volverá Oyarzabal, dejando tres plazas en el centro del campo que se disputan Zubeldia, Illarramendi, Pardo y Zurutuza, todos ellos titulares en el Wanda. Y por delante, puede jugar cualquier de los atacantes, Juanmi, Sandro, Januzaj, Bautista o Willian José. Dos de ellos completarán el once y el belga parece ser el que menos opciones tiene de arrancar el partido sobre el césped.
Podemos pensar que Vigo es el escenario de una Liga perdida o de una clasificación europea en el último segundo, pero el torneo del KO siempre es diferente para todo. Este será el séptimo enfrentamiento en eliminatorias de Copa entre Real Sociedad y Celta y la historia es, hasta ahora, favorable al equipo txuri urdin, que se llevó cuatro de esos cruces.
Eso sí, la Real nunca consiguió ganar en Vigo en esta competición. El Celta pasó adelante en la primera y en la última eliminatorias , en la temporada 1925-1926 y en la 2008-2009, la única que se jugó a partido único y que acabó 2-0 para los gallegos. En la 1927-1928, en la 1950-1951, en la 1960-1961 y en la 1975-1976, fue la Real el equipo que continuó en la competición. El mejor resultado cosechado por la Real es el empate a uno de la campaña 1950-1951. En los otros tres duelos, derrota por el mismo resultado: 2-1.
Con el actual sistema de competición, este que tanto devalúa la Copa del Rey sin que a nadie parezca importarle, no es habitual que haya duelos de Primera en dieciseisavos de final, pero la Real ya ha vivido tres desde su regreso a la Primera División en 2010. El resultado, desigual.
Los dos primeros acabaron en derrota, contra Almería y Mallorca en las temporadas 2010-2011 y 2011-2012, y el último acabó con victoria txuri urdin, en la 2015-2016 ante el Villarreal. Celta y Real han empezado la Liga de una manera similar, los vigueses sumando 13 puntos de 30 posibles y los donostiarras 12. En casa, el Celta ha ganado solo dos de los seis partidos que ha jugado, con solo una derrota, 0-1 ante el Alavés, y ha encajado goles en cuatro de ellos. La Real, fuera de casa, solo ha dejado de marcar en su última salida, la del Wanda Metropolitano, ha vencido en tres y ha empatado otro.