La Real es un equipo que se construye desde abajo, desde la base. Los cambios importantes suelen afectar mucho a este equipo, y los comienzos de Asier Garitano han sido una muestra perfecta de ellos. Y los contratiempos, por duros que sean, se resuelven también desde esa base insustituible e incomparable que es la cantera de Zubieta. El partido ante el Valladolid (domingo, 18.30 horas, Anoeta, beIN La Liga) es una prueba más para los sueños que la Real construye desde la base. Ganar implica entrar de lleno, por fin, en una lucha europea que hace unas semanas parecía más lejana por sensaciones que por puntos. Y de ganar se haría con una defensa de circunstancias, de escasa edad, demostración de que las bajas no pueden con un equipo en el que siempre hay una hornada de chavales dispuestos a suplir con corazón, garra y entrega a cualquier jugador que falte del primer equipo.
Y ahí el sueño que se está cumpliendo es el de Le Normand, que por las bajas en el centro de la zaga ha encontrado un hueco al que se quiere aferrar y en el que está demostrando que se lo puede poner más que complicado a los teóricos titulares. Navas, Llorente y Elustondo son baja, por lo que el francés con dorsal del Sanse tiene el puesto al lado del recuperado Héctor Moreno, que ha superado el golpe que se dio en la cabeza contra el Celta para mantenerse en la convocatoria. En defensa hay otra novedad, y es que Aihen Muñoz, lateral izquierdo del filial, se cuela entre los 18 para suplir la ausencia por molestias físicas de Kevin Rodrigues. También vuelven Gorosabel y Rubén Pardo, este para compensar la baja de Zurutuza y evitar un déficit todavía mayor de centrocampistas. Como ya es sabido, la lista de ausencias la completan Merquelanz y Sangalli.
El once inicial ante el Valladolid es difícil de anticipar, como siempre con Garitano y su apuesta tan alejada de un once tipo, aunque hay algunas cosas que parecen claras. Moyá mantendrá la portería, los únicos centrales sanos, Le Normand y Héctor Moreno, comandarán la zaga, con Zaldua y Theo en los laterales. Por delante de ellos, lo normal es que jueguen Zubeldia, Illarramendi y Merino, que supliría a Zurutuza, con Oyarzabal, Januzaj y Willian José en punta. Aquí es donde más variables podrían darse, quizá con un centrocampista menos y Oyarzabal algo más atrás, y tampoco se puede descartar de esa manera que Sandro vuelva a ser titular en Anoeta. Rulli, Gorosabel, Muñoz, Pardo, Juanmi y Bautista completarían el banquillo de ser estos los planes de Garitano para hacer frente al Valladolid.
Con su inmerecida derrota ante el Betis, la Real se quedó en la novena posición con 19 puntos, a solo dos de la zona europea que cierra el Levante con 21 en la sexta plaza. Su rival, el Valladolid, tiene dos puntos menos, 17, y ocupa la decimoquinta posición, con un amplio colchón de seis sobre los puestos de descenso. Pese a su última victoria en Anoeta, 2-1 ante el Celta, la Real sigue siendo un pésimo equipo como local, con solo una victoria y seis puntos sumados, superando solo a un equipo en esa clasificación, al colista Huesca que tiene tres. Eso es lo que ha frenado hasta ahora la escalada de la Real. A pesar de su última derrota, el equipo de Garitano se ha acostumbrado a sumar, siete de doce posibles en las cuatro últimas jornadas. El Valladolid no es un rival cómodo a domicilio, ya que ha puntuado en cinco de sus siete salidas, dos victorias (0-1 ante Villarreal y Betis) y tres empates (0-0 ante el Girona y Getafe, 3-3 ante el Celta). Eso sí, ha perdido en sus dos últimas salidas y suma cinco partidos sin ganar.
El Valladolid es un visitante históricamente muy asequible para la Real. Han jugado en 40 ocasiones, de los cuales 37 han sido en Primera División, y de ellos 25 se los llevó el equipo txuri urdin, con nueve empates y solo tres victorias del equipo pucelano. Anoeta vivió trece de esos encuentros, con once triunfos locales y solo uno para el Valladolid. La mayor goleada es el 6-0 logrado por la Real en la temporada 2001-2002, con dos goles de Tayfun y Xabi Alonso, Khokhlov, De Paula y Luiz Alberto completando la lista de anotadores. El Valladolid logró su victoria más holgada en su único triunfo en Anoeta, el 1-3 de la campaña 2003-2004. La historia se completa con dos partidos en Segunda, con dos victorias para la Real incluyendo la mayor goleada de su historia, 14-2 en la temporada 1940-1941, y un encuentro en la fase de ascenso de la Liga 1942-1943 que finalizó con un vibrante empate a cuatro goles.
La última vez que el Valladolid pisó Anoeta fue en la temporada 2013-2014, y el triunfo se lo quedó la Real por la mínima. El gol, además, llegó pronto, en el minuto 23 de la primera mitad. Su autor, Carlos Vela, con una preciosa vaselina que superó la salida del portero del Valladolid después de recibir una sensacional asistencia de Rubén Pardo. La primera parte fue un monólogo realista en el que pudieron marcar Seferovic, Vela de nuevo o Canales. Pero el segundo gol no llegó, tampoco en otra clara ocasión de Seferovic en la segunda mitad. Eso abrió la puerta a que el Valladolid soñara con el empate, que pudo lograr en un uno contra uno de Óscar con Bravo que solventó bien el guardameta chileno. La jugada absurda llegó en el descuento, cuando el árbitro convirtió una cesión a Bravo para que botara él una falta en un lanzamiento ya sacado y en un libre indirecto dentro del área que, afortunadamente para la Real, se sacó sin consecuencias.