La portería, un problema de todos
La primera vuelta de la Real Sociedad, exceptuando las dos jornadas que restan para que finalice, no será para el recuerdo. El cuadro de Garitano ha demostrado muchas carencias. Una de ellas está en la portería, en la suya propia. Y es que los de San Sebastián sólo han dejado su puerta a cero en tres ocasiones de los 17 partidos disputados. Un mal bagaje.
De estos números se deduce que para que la Real gane un partido necesita, como mínimo, anotar dos goles por partido. El trabajo del equipo para defender su arco no es el mejor, los números no engañan. No se trata de un problema del portero ni de la defensa, sino de todo el equipo y eso ha quedado claro en estos primeros meses de competición.
La jornada pasada, sin ir más lejos, cayó por la mínima frente al Alavés. Antes ya cayó ante el Getafe, el Valladolid en Anoeta y frente al Betis en el Benito Villamarín. La última ocasión en la que dejó su puerta cerrada fue el 4 de noviembre, tras un empate sin goles ante el Sevilla en San Sebastián.
Otro empate sin goles en la jornada nueve ante el Girona en casa y la victoria por la mínima en Huesca en la jornada cinco son las tres únicas ocasiones en las que la Real termino un partido sin ver perforada su portería.
Estas cifras han llevado al equipo a situarse en la zona media-baja de la clasificación antes del parón navideño. Algo debe cambiar en este sentido para mejorar.
La pasada campaña, el conjunto vasco consiguió salir imbatido de un terreno de juego hasta en diez ocasiones, una cifra que, por este camino actual, será difícil de igualar. Aún hay tiempo para cambiar el rumbo actual