La Real Sociedad sigue invicta en este 2019 pero no nos podemos conformar con el empate a dos de este domingo. Es cierto que los txuri urdin remontaron un 2-0, pero el choque estuvo como para ganarse.
El Rayo terminó pidiendo la hora y los donostiarras embotellando a los de Míchel, pero no hay que olvidar que perdieron todo un primer tiempo en el que apenas aparecieron los blanquiazules.
Simplemente con un paso adelante de calidad le fue suficiente a la Real como para superar al Rayo en el segundo tiempo, pero la reacción llegó tarde. Siete puntos con el técnico oriotarra es un buen bagaje, pero no lograr los 3 puntos en un choque como este te deja un sabor agridulce porque era el momento de mirar a Europa.
Si la Real quiere ser un equipo competitivo debe competir en todos los partidos y salir con toda la intensidad y mordiente desde el minuto 1 al 90, porque habrá veces que se pueda, pero en otras no llegará con un pasito más en los segundos tiempos.
De lo mejor de este partido fueron los 500 aficionados de la Real que se dieron cita en las gradas de Vallecas para animar a los suyos el Día de San Sebastián, Lástima que solo se pudiera arañar un punto.
Tras esta jornada la Real termina octava con 26 puntos.
Los dos equipos saltaron al césped de Vallecas con una idea parecida en cuanto a querer ejercer una presión alta. El Rayo quería agobiar la salida de balón de la Real para buscar las pérdidas e irse rápido al área defendida por Rulli.
No se había producido ninguna ocasión en diez minutos y se cumplía el guión previsto. La primera ocasión buena vino de los pies de Willian José que centró un balón, pero Sangalli no pudo llegar al remate. Los de Míchel no especulaban. Cada vez que les llegaba la pelota se iban decididos al ataque.
La mayor parte del choque se desarrollaba en el mediocampo. Un poco más de velocidad en el juego de los de Imanol se echaba de menos...
Mikel Oyarzabal tuvo el 0-1 en sus botas en el 16. Recibió un gran pase de Illarramendi, y el eibarrés tras un buen control cogió la espalda al central, superó al portero del Rayo pero cruzó demasiado el balón que se marchó fuera. Había sido la ocasión más clara en lo que se llevaba disputado del partido.
Los donostiarras querían animarse y botaron dos saques de esquina de forma consecutiva, pero desgraciadamente no se pudo aprovechar ninguno
Sin embargo, el marcador se rompió en el 27 tras un golazo de Comesaña. Trejo disparó un balón, rebota en la zaga donostiarra y el esférico le cae a Santi Comesaña, que soltó un zapatazo imposible de parar para Rulli.
El Rayo se estaba comiendo el mediocampo y de ahí que lograra generar superioridades en esa zona del campo. Y solo seis minutos después, segundo mazazo. Otro fallo en la marca permitió al Rayo hacer el 0-2. Balón que le llega a Embarba, Héctor Moreno se tira al suelo y pierde la posición y la pelota, para que el jugador del Rayo se la picara a Rulli y anotar el segundo.
El partido se había puesto demasiado cuesta arriba. No solo era que el Rayo había salido mejor, sino que hacía falta cambiar la mentalidad a la hora de presionar, de meter ritmo al choque... el encuentro se jugaba a lo que querían los de Míchel. La Real en 35 minutos no había comparecido sobre el verde de Vallecas.
Las jugadas a balón parado eran de las pocas opciones que por lo que estaba mostrando la Real podían conllevar peligro a la meta rayista. Y dicho y hecho. Una falta lateral muy bien botada por Illarramendi permitió el 1-0 después de que Héctor Moreno se desmarcara bien y los locales no defendieran bien la llegada del mexicano que marcó un buen gol con la cabeza para recortar distancias.
La primera parte no dio más de sí y se llegó al 45 con la ventaja para el Rayo Vallecano por 2-1 sobre la Real Sociedad.
La Real parece que salió dormida en la segunda mitad, y el Rayo sin embargo no dudó en salir al ataque con calidad.
Con el paso de los minutos los txuri urdin comenzaban a sentirse mejor, en parte porque había fases que parecía que le entraban los nervios a la defensa local que se veía con un marcador favorable tan importante para ellos.
Por parte de los de Imanol era Mikel Oyarzabal el que mejor estaba leyendo el choque. Sufría el Rayo a balón parado, pero la Real no terminaba de aprovecharlo.
Desde el minuto 60 la posesión había pasado a ser totalmente de los visitantes, pero tampoco se lograba la profundidad necesaria para hacer daño a una defensa y un portero que daban la impresión de que a poco que se le apretara, podía sufrir. Era un juego bastante previsible.
Hacía falta algún cambio. La Real no lograba generar y Willian José estaba muy solo. Pero corría el minuto 70 e Imanol no se decidía. Incluso en una contra Bebé rozó el poste en una jugada que pudo haber supuesto el 3-1.
Finalmente entró Sandro por Sangalli y se colocó en punta con Willian José. La Real tenía ya completamente embotellado al Rayo que no salía de su campo. Un cabezazo de Zubeldia tras córner se marchó fuera por poco, pero los txuri urdin encontraron su premio en el minuto 82. Pase al hueco para Oyarzabal, sale Dimitriesvki, la toca y el esférico le queda a Willian José, quea puerta vacía no perdonó.
Con la remontada ya conseguida había tiempo para una gesta mayor, pero el Rayo entonces comenzó a estirarse y Rulli evitó el tercero local por dos veces.El choque terminó en la portería local, pero al final no hubo tiempo para más y el marcador no se movió más.
La próxima jornada la Real Sociedad recibirá en Anoeta al Huesca. Será el domingo 27 de enero, a partir de las 18.30 horas. El primero de los dos encuentros consecutivos que jugarán los txuri urdin en su feudo, ya que a la siguiente semana, la jornada 22, llegará el derbi vasco contra el Athletic. Será el 2 de febrero a las 16.15 horas.