De la decepción copera a la reconstrucción liguera
La Real 2018-2019 no será campeona. No es que eso sea una obligación, pero el adiós en la Copa del Rey ha acabado con esa ilusión, una que todavía algunos mantienen año tras año a pesar del triste devenir del equipo txuri urdin en la competición y aunque su adiós de este año ha sido de los más honrosos que se recuerdan, sin haber perdido ninguno de los dos partidos ante el Betis. Pero de la decepción copera, casi sin solución de continuidad, hay que pasar a la reconstrucción liguera, con un primer paso ante el Rayo (domingo, 18.30, Estadio de Vallecas, beIN La Liga). Imanol ha devuelto a la Real lo que, por encima de todo, no tenía con Garitano: victorias. Dos en dos partidos. Y eso ha conseguido que, aunque por fútbol todo parezca lejano, Europa sea una realidad alcanzable en la clasificación. La Real ronda los puestos europeos y está en el tren de cabeza de los aspirantes a las competiciones continentales. Pero para ser un contendiente digno y soñar con el premio final Imanol todavía tiene que exprimir mucho más a su plantilla.
Entre la enfermería y Zubieta copan, semana tras semana, las noticias que se producen antes de cada partido. Por si nos faltaba una causa de baja en este curso, Bautista se cae de esa lista con una apendicitis. Se hayan hecho las cosas mejor o peor esta temporada, a la Real también le ha mirado un tuerto. Pero ahí está Zubieta para alegrarnos, está semana con la llamada a Guevara, que podría jugar su primer partido con los mayores está temporada, y aspira a seguir ahí como lo han hecho Robin Le Normand y Aihen Muñoz. Su convocatoria se debe a que Pardo no se ha recuperado, a que Zurutuza sigue fuera y a que Merino tendrá que cumplir un partido de sanción por su expulsión ante el Espanyol. Además, regresa por fin Raúl Navas. En cambio, Kevin, Gorosabel y Merquelanz siguen con sus respectivos procesos de recuperación.
En el once hay bastantes dudas tanto arriba como en defensa y algunas certezas, las del centro del campo. El primer debate está en la portería, donde parece que Rulli ahora mismo está por delante de Moyá en las preferencias de Imanol. En la defensa, parece que Llorente y Héctor Moreno serán los centrales, y menos seguro es quien saldrá en los laterales. Aihen y Theo en la izquierda y Zaldua y Aritz en la derecha tiene opciones parejas, aunque será interesante ver cuales son las elecciones del técnico realista en estos puestos. En el centro del campo parece hacer pocas dudas porque las ausencias marcan una elecciones claras. No da la sensación de ser la opción más evidente que Guevera entre en el once, aunque tampoco es descartable, por lo que jugarían Zubeldia, Illarramendi y Sangalli, los tres centrocampistas disponibles del primer equipo. Arriba, Oyarzabal, Januzaj y Willian José tienen todas las papeletas para salir de inicio. Para el banquillo quedarían Navas, Juanmi y Sandro.
Los dos triunfos consecutivos con los que se han saldado los dos primeros partidos en Liga de Imanol han colocado a la Real en una interesante octava posición, con 25 puntos, a tres de la zona europea, ahora marcada por el Getafe, sexto, y seis por encima del descenso. Esa frontera la delimita precisamente el Rayo, decimoctavo con 19 puntos y a solo dos de la zona de salvación. El equipo txuri urdin sigue siendo un visitante notable, el segundo mejor de la Liga solo detrás del Barcelona, gracias a que ha ganado la mitad de los partidos que ha jugado fuera, cinco de diez. Y su última salida fue nada menos que el triunfo en el Santiago Bernabéu. El Rayo, por su parte, ha dejado escapar puntos en siete de los diez partidos que ha jugado en Vallecas, y llega al partido con tres victorias consecutivas, dos de ellas jugando en su estadio. Como local, el conjunto vallecano es el que más goles recibe y el segundo que más marca de la competición.
Si miramos a la historia, Vallecas no es un territorio propicio pero sí ha dado puntos. Son 20 los precedentes, 17 de ellos en Primera División, y casi la mitad han terminado con empate o victoria realista, cuatro y cuatro respectivamente. Los otros nueve encuentros, triunfos locales. Rayo y Real han logrado sus mayores victorias entre sí por el mismo resultado. La mayor goleada lograda por el equipo txuri urdin fue el 0-4 que se logró en la temporada 1978-1979, cuando marcaron Idígoras, Satrústegui por partida doble y López Ufarte. Y el triunfo más claro de los rayistas, el 4-0 de la campaña 2011-2012. Igualdad total desde el regreso de la Real a Primera, con cinco partidos jugados, dos victorias para cada equipo y un empate. En Segunda se vieron las caras en tres ocasiones y también resultados partidos, un triunfo para realistas y franjirrojos y un empate.
El último precedente tuvo lugar en la temporada 2015-2016. La Real saltó al campo de Vallecas con camisetas de ánimo a Sergio Canales, lesionado de gravedad en el Bernabéu unos días antes. Entonces lo de Agirretxe no parecía tan grave como acabó siendo. El primer gol del partido, para el Rayo, lo marcó un hoy realista, Diego Llorente, al rematar con poderío aéreo un saque de esquina. Empató, también de cabeza pero en una falta lateral que Rubén Pardo sacó con maestría, Aritz Elustondo. No se había llegado aún a la media hora de juego. Nada más empezar la segunda mitad, Jozabed convirtió un mano a mano con Rulli en el 2-1. En el minuto 63, Bruma conectó un sensacional derechazo de volea tras un córner botado también por Pardo. Hubo reparto de puntos y el marcador ya no se movió más en un partido con más goles que fútbol.