La Real Sociedad ganó un derbi en el que los once jugadores se comportaron como un equipo. Todos con el mismo objetivo, y solidarios tanto en defensa como en ataque.
Dentro de esa unión jugadores como Oyarzabal o Zaldua han brillado especialmente, y también el fichaje estrella del pasado verano: Mikel Merino.
El navarro ha completado uno de sus mejores partidos desde que viste la elástica txuri urdin, y ha dejado claro en el campo que es en la Real donde quería estar, ya que ha sido un placer verle jugar.
Se ha entendido muy bien en el medio campo con Asier Illarramendi, y ha hecho que la circulación de balón en la Real fuera más directa que en ocasiones anteriores. Incluso llegó al área con osadía, pero no logró rematar a rematar a redes ningún balón.
Gran partido del navarro que sigue demostrando jornada tras jornada que va en línea ascendente. Algo de lo que se beneficia la Real... y sufren sus rivales.