El fútbol para cualquier argentino es una pasión. Va más allá de lo que es el deporte en sí, y sobre todo cuando se trata de la selección albiceleste. Para Gerónimo Rulli ese sentimiento por formar parte del combinado nacional de su país es una de sus mayores motivaciones. La clave, seguir mostrando su nivel actual en la Real Sociedad para ser llamado por el seleccionador, Lionel Scaloni. En la entrevista concedida a ElDesmarque Gipuzkoa habla de su sueño de jugar la Copa América del próximo verano.
-¿Espera que el próximo verano sea más tranquilo a todos los anteriores respecto a los rumores sobre su futuro?
“Llevo cinco años aquí y tengo contrato hasta 2021. Con eso ya no hace falta decir si voy a seguir o no. Estoy muy tranquilo y lo único que quiero es seguir dando este nivel e incluso mejorarlo porque creo que el equipo lo necesita, y porque yo también quiero demostrar a los demás que soy mejor a lo que era. Lo que tenga que venir no lo sé ni yo ni nadie. Solo puedo decir que tengo contrato aquí, que estoy muy feliz y ahora mismo estoy pasando el mejor momento desde que llegué”.
-¿La posible llegada de Álex Remiro a la Real le haría cambiar su forma de pensar?
“No, porque cuando llegó Moyá fue lo mismo. En su momento éramos dos porteros, Toño y yo, luego llegó Miguel y éramos tres, y en este caso somos dos y si llega Remiro seremos tres. Yo siempre digo lo mismo, si el que viene lo hace para hacernos mejores y que el equipo mejore, bienvenido sea. Lo vamos a recibir con los brazos bien abiertos como lo hacemos a cada jugador que viene. También él debe saber que aquí se encontrará con una competencia dura, somos dos arqueros buenos y somos buenos en lo que hacemos, y obviamente si viene va a saber que no lo va a tener fácil para jugar ya que vamos a pelear por un puesto”.
"Llevo cinco años aquí y tengo contrato hasta 2021. Con eso ya no hace falta decir si voy a seguir o no en la Real"
-En su país hay mucha gente que lo ve como el portero titular de Argentina en un futuro. Escuchar eso es un orgullo y a la vez una responsabilidad grande teniendo en cuenta la importancia que tiene el fútbol allí…
“Es el objetivo más grande que uno tiene como futbolista, el representar a tu país y a los colores de tu bandera. Cuando me vine de Estudiantes a la Real ese era uno de mis objetivos. Convertirme en uno de los mejores arqueros en una Liga que hoy por hoy para mí es la mejor del mundo, para tener así la posibilidad de jugar en la selección. La tuve, se me dio, estuve en las últimas convocatorias y ojalá que siga, pero para eso tengo que seguir mostrando este nivel mucho tiempo más. Ahí va a estar la clave. Yo quiero seguir formando parte de mi selección, estar en la próxima convocatoria de marzo y luego en la Copa América de junio”.
-La Copa América es otra de las motivaciones de aquí a final de temporada.
“Primero los objetivos de club, de la Real, porque si uno no cumple los objetivos que se plantea en el club es muy difícil ser convocado o que el objetivo que tengas para la selección se cumpla. Tengo que saber que no soy yo solo, somos cincuenta millones de argentinos, y de esos cincuenta hay tres arqueros que van a representar al país y ojalá poder ser yo uno de ellos. Creo que empiezo a mirar las cosas de esa manera, a que es un premio a lo que haga en la Real. Lo único que tengo que hacer es lo que he hecho en los últimos partidos y desde que arrancó el año. Ser mejor y nada más. Si me llega la oportunidad trataré de que no se escape porque son oportunidades que solo se dan una vez en la vida y hay que aprovecharlas”.
-Se han producido bastantes cambios en la selección argentina desde el Mundial. ¿Cómo lo está viviendo usted?
“La verdad que me tocó estar en ese relevo generacional que se llevaba pidiendo desde hace mucho tiempo en mi país. Al principio la gente no creía en ese recambio y en los jugadores que estábamos, pero a medida que íbamos jugando partidos y que iban pasando convocatorias y que el equipo transmitía lo que ellos querían, que era tirarse de cabeza por una pelota o traspirar la camiseta como nunca se había traspirado, la afición se apegó mucho a la selección y a este cambio generacional, lo que para nosotros es un goce. Hace unas fechas, el jugar contra México un amistoso con la cancha completa fue algo maravilloso que todos los que estamos formando parte del proceso no queremos dejar escapar”.
-Hace poco se ha conocido una historia muy bonita y es que ha ayudado mucho a Danel Cubero, un niño enfermo de cáncer, que su ayuda ha sido muy importante para su recuperación. ¿Cómo empezó todo?
“Arrancó cuando llegué aquí en mi primer año, creo que fue en los primeros meses. Llegó un niño sin pelo al vestuario a pedir fotos a cada uno, después una foto grupal… a medida que pasaba el tiempo venía y se ponía a ver los entrenamientos. Se fue haciendo relación y me enteré por ahí que era portero. Le empecé a preguntar por cómo estaba y comencé a hablar con él, con los padres, le di mi teléfono por si necesitaba algo, le fui mandando mensajes y me enteré que fue su cumpleaños un día que jugábamos un derbi y que nosotros lo ganamos. Después a mi mujer, Rocío, se le ocurrió invitarle al cine el día de su cumpleaños y después invitarle a comer a casa. A partir de ahí se creó una relación súper estrecha en la que Danel me escribe en todos los partidos deseándome suerte, y yo igual a él cuando juega o tiene que hacerse pruebas. Se hizo una relación bárbara y para mí, el ver que con siete-ocho años Danel ganó una batalla tan dura contra algo que no estaba al alcance de su mano es un ejemplo de superación y de fuerza, eso es lo que tenemos que aprender. A mí me ayudó mucho su ejemplo a pasar el momento tan duro que pasé y a pensar: ‘si él pudo cómo yo no voy a poder. Lo mío es una boludez’, y ahí te das cuenta de que la vida pasa por otro lado y no solo por el fútbol. A veces no somos conscientes de lo que generamos en otras personas, en quizás niños que te tienen como ídolos y algo que a mí no me cuesta nada, por ejemplo sacarme una foto, para él puede ser lo más ese día. Eso es lo que fue pasando con Danel. Tengo un amigo de 12-13 años y es algo muy loco, pero a veces nosotros debemos tomar más consciencia de lo que generamos sobre todo en los niños más pequeños y predicar con el ejemplo. A veces ellos copian mucho de lo que hacemos nosotros dentro y fuera del campo”.
"Debemos tomar más consciencia de lo que generamos sobre todo en los niños más pequeños y predicar con el ejemplo"