Esta es la triste realidad. Muchas veces hemos criticado a la Real Sociedad tras una derrota por la pobre imagen que ha dejado en los partidos, pero esta ocasión salió muy bien al terreno de juego de Balaídos logrando incluso ponerse por ventaja, pero tampoco se llevó los puntos. Y la razón hay que buscarla en las personas encargadas de impartir justicia en este encuentro.
Melero López y el VAR se cargaron triunfo de los txuri urdin. Dejaron a los de Imanol con un hombre menos por expulsar a Willian José, y pese a que el videoarbitraje revisó la jugada en la que se veía con total claridad que el brasileño no había tocado al jugador del Celta, la decisión no cambio. ¿Se tomarán medidas por esto? Una vergüenza porque a partir de entonces el encuentro se le hizo muy largo a la Real que terminó perdiendo, y así dice prácticamente adiós a sus opciones europeas. Seguro que esta vez este fallo no sale en las portadas.
La Real completó una gran primera parte en la que dominó con claridad al Celta, que empezó a reaccionar tras el gol de Willian José de penalti, pero sin que el equipo txuri urdin sufriera en exceso. Los de Imanol estaban cómodos en el campo, y en los primeros lances solo había un partido, el que jugaban los futbolistas blanquiazules. Acabó más igualado el choque en los últimos instantes antes del descanso, pero con la sensación de que si la Real sabía gestionar su ventaja con cabeza podía tener sus opciones en la segunda parte.
Buena primera parte que no pudo continuar en la segunda por causas ajenas al conjunto txuri urdin como se ha dicho al principio. Pese a todo, los de Imanol lo siguieron intentando pero no pudieron con el Celta que le debe la vida a Aspas.
Derrota dolorosa, ya que los rivales en la pelea por Europa no habían logrado buenos resultados, de lo que no se pudieron aprovechar los realistas.
Bajo un intenso aguacero comenzó el partido en Balaídos. A los dos minutos lo intentó ya Theo con un potente disparo que rechazó bien Rubén Blanco.
La Real Sociedad salió más dominadora en los primeros minutos. Se le veía cómoda sobre el empapado terreno de juego. A los 6' Zubeldia lanzó un cañonazo que obligó a volar al portero local y Theo volvió a probar fortuna cuatro minutos después, si bien en esta caso la pelota salió desviada por poco.
Las sensaciones en lo que a los txuri urdin se refiere eran muy buenas, nada que ver con el arranque de hace una semana en Valladolid.
Los de Imanol estaban bien puestos sobre el terreno de juego y recuperaban pronto el esférico en cuanto lo perdían.
La primera aproximación celeste tuvo lugar al cuarto de hora de partido, un centro al que quiso llegar Iago Aspas, aunque se anticipó bien la zaga blanquiazul.
En 17 minutos la Real había botado ya cinco saques de esquina, pero ninguno había encontrado rematador. Poco a poco comenzaba a estirarse el Celta, como por otro lado era de esperar, sin embargo los gipuzkoanos seguían bien posicionados sobre el verde de Balaídos sin pasar apuros.
Tras unos minutos sin ocasiones probó el disparo Willian José, pero le salió muy centrado y detuvo Rubén sin apuros.
A los 27 minutos se produjo la jugada más peligrosa para el Celta en lo que se llevaba disputado de encuentro, con una buena internada por banda de Boufal y a cuyo centro llegó muy justo el de Moaña, así que por fortuna no pudo golpearla bien.
Cuando el choque entraba en una fase de transición ocurrió una jugada sin aparente peligro en el área local, en la que Olaza golpeó a Oyarzabal y el colegiado decretó penalti. Se consultó el VAR y se ratificó la decisión de la pena máxima. Willian José lo ejecutó perfectamente en el 31' y engañó del todo a Rubén para adelantar a los de Imanol. Se ponía de cara el partido para los realistas que no debían fiarse de los celestes, y más teniendo en cuenta que los de Escribá se jugaban la vida.
De hecho reaccionó el Celta a los 32 minutos con un disparo de Maxi Gómez, que Rulli salvó para evitar el empate solo dos minutos después.
La Real se libró del gol local en el minuto 38, tras un error claro de Merino que erró en un pase cerca de la portería de Rulli, un balón que interceptó Aspas y cuando parecía que iba a llegar el 1-1 el gallego falló lo que no falla nunca; envió el balón fuera en el mano a mano con el meta argentino. El Celta se había ido decididamente arriba para igualar el partido cuanto antes, y poco a poco estaba ganando metros.
En los últimos minutos antes del descanso los txuri urdin dispusieron de dos buenas ocasiones como para haber ampliado la ventaja. Primero por medio de Oyarzabal que disparó fuera por poco después de una media vuelta, y Sandro también probó fortuna desde lejos, pero en este caso Rubén paró en dos tiempos.
La primera parte no dio más de sí y se alcanzó el descanso con la ventaja para la Real en el marcador.
La segunda parte no pudo empezar peor. Tras un saque de banda, Aspas se plantó solo delante de Rulli, y al argentino no le quedó otra que derribar al de Moaña con penalti claro. No falló el gallego que lograba el empate para el Celta a los cuatro minutos de la reanudación. Adivinó la trayectoria el de La Plata, pero el balón se coló por debajo de su cuerpo. Tablas y partido que empezaba de nuevo de cero.
El partido que debía resolverse en el terreno de juego quisieron resolverlo el árbitro y el VAR con sus decisiones. De vergüenza. ¿De qué sirve una tecnología que se ha implantado para imponer justicia si al final lo que hace es perjudicar a un equipo? Es lo que sucedió en Balaídos en el minuto 58. Melero López expulsó a Willian José por una supuesta agresión sobre Okay pero la repetición del VAR demostraba que ni le tocaba. Qué manera de cargarse un partido. Bochornoso. Si para esto han puesto el videoarbitraje mejor que se queden en casa.
Imanol hizo un cambio táctico en el partido y pasó a un 4-4-2 con Juanmi y Oyarzabal más adelantados. El malagueño había salido en lugar de Sandro. Con la Real sobreponiéndose a la vergüenza arbitral llegó el doblete de Aspas a centro de Hugo Mallo, en el que Rulli salió a por uvas.
No se merecía ir perdiendo la Real este partido. No había hecho méritos para ir por debajo y por causas ajenas al equipo se veía obligada a remontar con un hombre menos. Cerca estuvo Sangalli en el 74', con un chut que obligó a emplearse a fondo a Rubén mandando el balón a la esquina. De nuevo el guardameta vigués intervino con éxito a disparo a Zubeldia. Se estaba mereciendo más la Real que estaba llegando mucho a la meta del Celta pese a la desventaja.
Con el paso de los minutos a la Real ya se le empezó a hacer muy cuesta arriba el partido y terminó encajando el tercero.
Con el 3-1 acabó un partido que se había puesto muy de cara, pero en el que el árbitro y el VAR decidieron poner prácticamente fin a las esperanzas de la Real de seguir en la pelea por Europa.
La Real Sociedad volverá a jugar en Liga el próximo domingo. Será el partido correspondiente a la jornada 32, y los txuri urdin se enfrentarán al Eibar en Anoeta a las 16.15 horas.