2-1, m. 47: Ocampos.
3-1, m. 80: Franco Vázquez.
3-2, m. 86: Portu.
La Real rehúsa el liderato
El peso de poder dormir con el maillot 'amarillo' de líder fue demasiada losa para una Real Sociedad que no mostró su mejor cara en el Sánchez Pizjuán. Los txuri urdin perdieron (3-2) en un mal partido en el que siempre el Sevilla se mostró superior.
El gol de Mikel Oyarzabal a los tres minutos de partido permitían pensar que los donostiarras podían vivir una noche épica, pero la ilusión duró poco. Imanol se vio obligado a introducir cambios en el tercer partido de la semana, pero la prueba no salió bien. Y es que Januzaj, pese a su asistencia, no está de momento para discutir la titularidad a Portu y Zurutuza tampoco estuvo fino en el mediocampo.
La Real dejó la sensación de acabar fundida, con jugadores como Oyarzabal y Odegaard que lo han jugado todo hasta ahora, y un Nacho Monreal que tampoco ha tenido descanso desde que llegó. Tras una derrota es cierto que todo se ve peor, pero sí que poco a poco se van perfilando los jugadores que deben y no deben estar de momento en el once.
El partido ante el Sevilla se veía como una prueba importante para calibrar realmente hasta dónde puede llegar esta Real, calificada como el equipo que mejor fútbol ha venido practicando desde que arrancó LaLiga. Si ganaban los txuri urdin dormirían líderes de nuevo después de 16 años. Pero... salió cruz. Una cruz de partido es lo que se vivió en el Sánchez Pizjuán para los intereses realistas.
Con tan solo tres minutos de partido disputados Mikel Oyarzabal adelantaba a los blanquiazules para que el sueño fuera cobrando forma. Pero el equipo dirigido por un txuri urdin de corazón como Julen Lopetegui no permitió que la ilusión durara mucho. Pronto Nolito sacudió la esperanza de la victoria de los realistas que se vieron incapaces en lo que restaba de partido de estar a la altura del rival, lo que llevó a cosechar la segunda derrota de lo que se lleva de temporada.
Ritmo infernal
El Sevilla empezó metiendo mucho ritmo a los primeros minutos de partido y queriendo someter a la Real a través de la posesión. Pero el conjunto txuri urdin está dotado de recursos, de calidad y de jugones. Y en este caso fue Januzaj quien puso la magia en una asistencia en el minuto 3 que no desaprovechó Oyarzabal para batir de forma magistral a Vaclik. Se entretuvo Reguilón en la banda, le robó el balón el belga y se sacó de la chistera un pase sublime para que el eibarrés solo tuviera que superar al meta checo. Inicio soñado. La Real ponía pronto el partido de cara y volvía a sonreír en un encuentro antes que el rival.
El Sevilla, dolido tras sus dos últimas derrotas, necesitaba los puntos como el comer, por lo que apenas daba un respiro a los de Imanol y ejercía una presión altísima a la salida del esférico de los donostiarras. Era necesario tener templanza e ir poco a poco enfriando el partido para ir menguando el ímpetu de los hispalenses, y más teniendo en cuenta que eran los de Lopetegui quienes tenían que poner la carne en el asador al ir por debajo en el marcador.
Con las ideas claras y las líneas muy juntas, la Real tenía la situación controlada a pesar de no ser dueña de la posesión. Desgraciadamente la inercia positiva se rompió en el 18' por medio de Nolito que lograba el empate en la primera ocasión de la que disponían los andaluces. Entró en juego el VAR por si había posición antirreglamentaria del de Sanlúcar de Barrameda, pero el tanto subió finalmente al marcador. Vuelta a empezar.
El Sánchez Pizjuán es un campo complicado y la Real sabía con antelación que durante fases del encuentro iba a sufrir. El gol había dado alas a los locales, mientras que los blanquiazules estaban acusando jugar sin controlar la pelota. Mientras Lopetegui se desesperaba en el banquillo, Imanol observaba a la espera de que cesaran esos minutos de asedio sevillista.
Cumplida la media hora de partido las tablas seguían mandando en el marcador e parte gracias a una gran intervención de Moyá que desvió a córner un gran lanzamiento de Ocampos.
El Sevilla apretaba mucho, pero cada vez que la Real lograba salir de la presión lograba generar peligro en el área visitante. El partido no tenía freno y la intensidad era altísima. Le duraba poco el balón a los txuri urdin y eso hacía que los andaluces llegaran con frecuencia a la meta de Moyá, que estaba haciendo un buen primer tiempo en su vuelta a la titularidad después de que Remiro fuera el elegido en el derbi ante el Alavés.
Nolito estaba siendo un quebradero de cabeza, y Koundé, con un remate semi acrobático, estuvo a punto de lograr el 2-1 a siete minutos del final. Imanol no terminaba de verlo claro y puso a calentar a Le Normand, Merino e Isak.
La Real Sociedad necesitaba llegar al descanso porque el Sevilla estaba dominando el primer tiempo y sometiendo a los blanquiazules, principalmente por la banda derecha en la que Zaldua estaba muy solo para detener las embestidas locales. El donostiarra echaba de menos el trabajo de desgaste de Portu porque Januzaj no apretaba. Tampoco Zurutuza había logrado aparecer mucho en el partido.
Con 1-1 se llegó al descanso. Un primer tiempo en el que la Real fue de más a menos ya que a los txuri urdin les faltó fluidez y jugar con mayor tranquilidad, ya que los de Imanol perdían el balón con mucha rapidez dando vida a un Sevilla que creció principalmente por adueñarse del mediocampo tapando bien la sala de máquinas realista.
Próxima jornada
La próxima jornada la Real jugará la jornada 8 de LaLiga Santander el domingo 6 de octubre. Los txuri urdin se medirán al Getafe en el Reale Arena, a partir de las 18.30 horas.
Mazado a los pocos minutos de la reanudación
No pudo empezar peor el segundo tiempo. Con tan solo dos minutos disputados del segundo tiempo en los que la Real no había logrado salir de su campo llegó el gol del Sevilla. Gol de Ocampos que se marchó muy fácil de Zurutuza. Ya tenían los de Lopetegui el partido donde querían y además contra un conjunto, el txuri urdin, que estaba mostrando su peor cara. Un equipo que en el arranque del segundo tiempo estaba roto y sin arreglar sus problemas en el centro del campo.
La Real había salido en la segunda parte con Merino en lugar de Llorente, por lo que Zubeldia pasó a ocupar la posición de central. A los diez minutos fue Portu quien entró por Januzaj. Era un cambio cantado porque el belga poco más había hecho que el pase y Zaldua se había visto muy solo para trabajar en banda derecha. Además Monreal tuvo que abandonar por unos minutos su puesto para ir a vestuarios tal vez al parecer indispuesto.
Los gipuzkoanos, sin llegar a la imagen horrible del derbi en San Mamés, pero estaban completando la peor actuación desde que empezó LaLiga. Parecía pesar en exceso la posibilidad de enfundarse ese maillot de líder porque no había ideas. Poco después de cumplirse el cuarto de hora del segundo tiempo, el técnico oriotarra realizó el tercer y último cambio de la Real dando entrada a Isak en lugar de Zurutuza. Era un 'todo al ataque' con la presencia ya en el terreno de juego de Merino, Odegaard, Oyarzabal, Portu, Isak y Willian José. Y se notó muy pronto.
Con una posición más centrada, Mikel Oyarzabal metió un buen pase para que Alexander Isak se fuera en velocidad, pero despejó la defensa hispalense en última instancia. Arriesgaba la Real y eso permitía que el Sevilla encontrara huecos muy fácil. Banega rozó el 3-1, pero los txuri urdin se salvaban. A pesar de la dinamita en el campo no había tiros a puerta. Así era complicado igualar el marcador. Pero había tiempo.
Pese a que había minutos por delante lo que parecía que no había en los realistas eran fuerzas. Se veía a los jugadores cansadas. Odegaard fallaba más pases de los habituales y Merino tampoco había terminado de dar luz en el mediocampo. No era el día. Y eso que Willy tuvo en sus botas el empate a dos a diez minutos del final después de que Jordán pegara un balón en el poste. Quien no falló fue el Mudo Vázquez que lograba el 3-1 definitivo. O eso parecía porque a cuatro minutos del final Portu recortaba distancias tras buen pase de Odegaard.
El murciano se estrenaba como goleador con la elástica txuri urdin, pero lástima que la Real estaba fundida y el partido finiquitado con la segunda derrota de la temporada de los txuri urdin.