Corría el minuto 82 de juego en Vigo cuando Alexander Isak, el delantero de la Real Sociedad, dejaba una obra de arte de lo que es el trabajo de un delantero centro en el área. Controlaba la pelota, se fabricaba el espacio entre ambos centrales y colaba el balón en la meta celeste con un disparo certero e imparable. Un golazo, con la anécdota de la bota incluida, que ha encontrado su justa recompensa a la hora de seleccionar las dianas más atractivas de la décima jornada.
La Real se llevó el partido ante el Celta de Vigo correspondiente a la jornada 10 de LaLiga Santander gracias a un gol del nórdico en el 84, cuando solo llevaba siete minutos sobre el terreno de juego. Alexander Isak había saltado al campo en lugar de Willian José, al que no le habían llegado muchos balones para participar más en el juego.
Álex Remiro ya ha bautizado a Alexander Isak
Sin embargo la suerte sí le sonrió al sueco que aprovechó un pase de Martin Odegaard para fusilar a Rubén. El delantero de 20 años metió bien el cuerpo entre los dos centrales vigueses y definió con la zurda. Quizás en lo que no repararon muchos espectadores es que Isak remató con la bota del pie de apoyo fuera por un pisotón que había recibido.
Por esta razón, cuando vio el gol en el fondo de las mallas lo celebró lanzando una patada al aire y su bota salió disparada. Se trata del segundo gol del delantero txuri urdin en el presente campeonato, después del que anotó ante el RCD Espanyol en Barcelona.