La Real Sociedad comienza el nuevo año con la ilusión por bandera, las plazas de Liga de Campeones en su visor e inquietud por la visita de un rival directo, un Villarreal CF que casi siempre amarga los partidos en San Sebastián a los blanquiazules. Además los donostiarras, a pesar de su buen fútbol, en el Reale Arena se han mostrado menos eficaces, ya que únicamente han ganado uno de sus últimos cuatro partidos, el derbi contra el Eibar.
La renovación en las horas previas a este encuentro del técnico Imanol Alguacil no deja de ser un recurso más para fortalecerse moralmente y desequilibrar la balanza en favor de los locales que, si ganan, habrán dado un paso de gigante en su lucha por Europa.
Los argumentos para el triunfo realista pasan otra vez por equilibrar el equipo y mejora su defensa, mientras que arriba seguirá confiando en el tridente ofensivo Oyarzabal - Willian - Portu, el primero llamando a las puertas de la selección en un gran momento de juego y el brasileño como ejecutor habitual del Villarreal, con cuatro goles en siete partidos con la camiseta blanquiazul.
El danés Martin Odegaard, del que se ha hablado mucho y bien estas vacaciones navideñas, sigue siendo el timón del juego de la Real, su director de orquesta para este partido y, si el noruego juega como sabe, se incrementarán las opciones de victoria para los suyos. El centro de la defensa sí genera más dudas, y entre Le Normand, Zubeldia y Llorente se jugarán dos plazas en el eje de la zaga.
El Villarreal afronta este primer partido del año con la intención de mantener el nivel de juego y resultados con los que cerró el año anterior, en el que sumó dos victorias que rompieron una racha de seis partidos sin ganar.
Los de Javier Calleja recuperaron sensaciones tras ganar en Sevilla y al Getafe, dos de los equipos de la zona alta de la tabla y posibles rivales directos, si los amarillos recuperan su nivel. Por ello, este partido en el Reale Arena, es una prueba parecida a las dos anteriores para el equipo castellonense.
Ganar a la Real Sociedad en su campo supondría quedarse a solo tres puntos del equipo vasco, lo que metería al Villarreal en la pomada de equipos que aspiran a las plazas europeas y alejaría mucho más las de la zona baja de la tabla.
El Villarreal sigue contando con las ausencias de Ramiro Guerra y Bruno Soriano, ambos lesionados de larga duración; mientras que destaca la recuperación del lateral Alberto Moreno, que tras dos meses largos fuera del equipo por problemas musculares, regresa a una lista de convocados.
Los descartes del técnico para este partido han sido los jugadores argentinos Ramiro Funes Mori, Leo Suárez y Santi Cáseres, así como el centrocampista Manu Morlanes.
Respecto al posible once de los amarillos, no parece que el técnico vaya a realizar cambios en el equipo titular que ganó los dos partidos anteriores. La única duda podría radicar en la entrada o no en el equipo de Santi Cazorla, algo que por ahora no parece que vaya a ser una opción de cara a este encuentro.