La Copa no permite ni un despiste

La Copa tiene cosas. Muchas cosas. Pero una por encima de todas: hay que ganar todos los partidos. Sea en el espectacular Reale Arena o en el Alfonso Murube. Esté Ceuta de fiesta o sea un rival de la Tercera división. La Copa no perdona. Y el Ceuta, como uno se embobe, tampoco. El Murube es mucho Murube. La Real Sociedad tiene el aviso del Numancia para saber que el pase a la siguiente ronda no será fácil. Pero es una obligación pasar.

Imanol Alguacil sólo se ha dejado en casa a Odegaard y viaja con toda la artillería. Otra cosa bien distinta es que de inicio salga toda esa artillería. En principio, habrá minutos para algunos que no los tienen en LaLiga y que encuentran en la Copa un buen sitio para reivindicarse. Desde Moyá en la portería hasta Isak en el ataque. La competencia siempre es buena.

Pero no se puede descartar que Imanol tire de Willian José o de Oyarzabal, porque el gol siempre está en el camino con ellos. Eso sí, sin fiarse de un Ceuta que ha hecho maravillas esta temporada en su categoría y que firmó ante el Numancia un partido para recordar. Lo de ganar en los penaltis fue casi una casualidad, tuvo que haber ganado mucho antes.

Muchas miradas serán para José Juan Romero, extécnico del filial del Betis que estará en la grada por una sanción. Un amante del fútbol de toque y velocidad, lo que gusta también en la Real. Un tío que muere por su gente y que tiene enloquecida, para bien, a toda Ceuta. El reto es el ascenso pero la Copa es un caramelo que no quiere perder.

No estará David Castro, un futbolista de esos que están en una categoría que no les corresponde, y Romero tendrá que innovar en el pivote. Sea quien sea, la idea es la misma. Si Imanol ha visto más de un partido del Ceuta sabe lo que hay en juego. El césped no es excusa, ni el nivel del rival. En la Copa se gana o se gana. Y la Real tiene que ganar como sea. Que luego vienen las lamentaciones.