La concluyente derrota de la Real Sociedad ante el Real Betis (3-0) ha enfriado los ánimos de la afición blanquiazul, que vio a su equipo desarbolado contra todo pronóstico, al sufrir uno de sus mayores castigos bajo el mando de su entrenador, Imanol Alguacil.
Es cierto que anteriormente, la pasada campaña, la Real había sucumbido de forma llamativa en el otro campo sevilliano, el Sánchez Pizjuán (5-2), aunque la imagen que dio el equipo en aquel encuentro, culminado como ante el Betis por tres goles de diferencia, fue mucho más competitiva y dejó otro sabor de boca.
Este hecho es muy significativo porque, con el entrenador oriotarra en el banquillo durante dos etapas diferentes, la solidez y seriedad de la Real era una de sus señas de identidad que no había quebrado, al menos en forma de un resultado tan abultado, en la etapa Alguacil como preparador realista.
Los problemas en defensa penalizan a un conjunto guipuzcoano que han encajado nada menos que ocho goles en sus tres últimos encuentros de LaLiga Santander, tres en la victoria en El Sadar ante el CA Osasuna (3-4), dos en el Reale Arena contra otro adversario directo como el Villarreal CF (1-2) y los tres del domingo ante los verdiblancos.
El tercer gol marcado por el exrealista Sergio Canales en el tiempo de descuento podría además tener un valor añadido si ambos equipos igualan a final de temporada a puntos porque ahora el golaverage particular entre ambos pasa a ser favorable a los béticos.
La Real, en lo que se lleva disputado de competición liguera, sólo se ha quedado sin marcar en otros dos encuentros, en el derbi vasco ante el Athletic Club (2-0) y en el empate en casa del Real Valladolid (0-0).