Uno nunca se cansa de ganar y desde luego si hay alguien en ese grupo Imanol Alguacil no es de esos. La Real Sociedad afronta este fin de semana una nueva oportunidad de encarrilar sus aspiraciones europeas sin menoscabo de la ilusión especial que genera esta campaña la Copa del Rey. Pero antes de encarar la vuelta en Anduva ante el Mirandés primero habrá que tratar de mantener la buena racha casera en LaLiga Santander ante el Real Valladolid. Los pucelanos se presentarán este viernes en el Reale Arena a partir de las 21:00 horas en el arranque de la jornada 26 del campeonato. Ante el conjunto txuri urdin se presenta la ocasión de volver a demostrar su poderío como local.
El conjunto del oriotarra puede sumar la que sería su séptima victoria consecutiva ante su público si juntamos las dos competiciones en las que está inmerso el equipo. Una solidez que produce envidia sin duda.
De ganar la Real se pondría con 43 puntos, durmiendo en puestos de Champions, antes de medirse a los de Andoni Iraola. Algo que sería un enorme refuerzo anímico para ir fuertes a la pequeña caldera burgalesa.
Se espera un once de garantías pero con cambios para mantener la maquinaria engrasada. Una final de copa bien vale guardar una reserva física extra. Las únicas bajas por lesión son las de Illarramendi y Diego Llorente, y por decisión técnica se han quedado fuera Gorosabel y Zurutuza.
Lo más probable es que se den unas posibles rotaciones, pero sin caer tampoco en la exageración. El equipo ha de tener una impronta bien definida. Tal vez Aihen por Monreal, Ander Barrenetxea para dar descanso a Mikel Oyarzabal y el mismo caso puede darse entre Isak y Willian José.