El partido entre la SD Eibar y la Real Sociedad ha sido el primero de LaLiga Santander que se ha disputado a puerta cerrada después de que la LFP decidiera, a instancias del Consejo de Ministros, decretar que las dos próximas jornadas se vayan a disputar sin público en las gradas para evitar riesgos de contagio del coronavirus.
Al derbi de Ipurua, gafado desde que hace tres semanas tuviera que aplazarse por la mala calidad del aire provocada por el incendio del vertedero de Zaldibar, ha sido incluido también en esa orden al disputarse solo unas después. La inusual imagen de gradas vacías en la bombonera eibartarra se van a repetir al menos hasta el día 22.
Solo han podido presenciar el partido en directo, además de miembros de ambos clubes, el personal estrictamente necesario para el desarrollo del partido y para la retransmisión del encuentro por televisión. Sin embargo, en un campo diferente en la élite del fútbol como el del club armero, ha habido también unos pocos privilegiados que lo han podido seguir en vivo.
En los balcones y ventanas de las torres de Ipurua, como es habitual, se han apostado varios aficionados que han podido presenciar el triunfo de la Real. El jugador del Eibar Paulo Oliveira, que no ha podido jugar al estar sancionado y ha visto el choque desde la tribuna, ha colgado la imagen en su cuenta de Instagram.