El Departamento de Salud ha comunicado que Jon Sánchez Ibarluzea ha presentado su dimisión como director de Emergencias de Osakidetza. Esta mañana se hizo público que hace un par de semanas fue sorprendido en su casa de veraneo de Castro. Sánchez había acudido la noche anterior saltándose el confinamiento obligatorio decretado en el estado de alarma.
La denuncia fue interpuesta el pasado 21 de abril por la policía de Castro Urdiales, cuando el dirigente se encontraba en una urbanización del barrio de Cotolino.
Varios vecinos alertaron de su presencia en la zona, sabedores de que esa no era su vivienda habitual. Cuando los agentes se presentaron en el lugar, Sánchez, que les informó del cargo que ostenta. Jon alegó que se había trasladado por temor a contagiar a dos personas mayores con las que convive en Bilbao.
El coordinador estaba a la espera de los resultados de un test de COVID-19 que le habían realizado en su trabajo.
La consejera Nekane Murga evitó esta mañana censurar la actitud de su subordinado y descartó su cese inmediato. Aunque finalmente esta tarde sí ha aceptado su renuncia. "Sánchez se defenderá por todas las vías legales y administrativas oportunas, a pesar de no haber recibido aún notificación oficial de la denuncia", aseguró el Gobierno vasco en una nota.
El comunicado añade que "él ha precisado que entiende que las normas son iguales para todas y todos y que, en esta situación excepcional, es preciso seguir las recomendaciones, más si cabe, siendo un cargo público".