La contundente derrota de la Real Sociedad ante el Manchester United (0-4) de este pasado jueves es la segunda mayor goleada recibida en su historia en una competición europea, tras el 6-0 sufrido frente al Liverpool hace 46 años, y la más abultada que ha encajado como local.
Los donostiarras no recibían un correctivo similar en todas las competiciones en las que toma parte desde el 0-4 ante el Sevilla en 2017, de hecho uno de sus peores resultados en Anoeta a lo largo de su historia, que se repitió cuatro años después.
El encuentro ante los ingleses quedará en el recuerdo de los aficionados blanquiazules también por ser la derrota más contundente de la Real como anfitrión, aunque en descargo de los guipuzcoanos está el hecho de que el encuentro tuviera que jugarse por la pandemia en un estadio desconocido para ellos como el Juventus Arena, que ya condicionó a favor del Manchester esta eliminatoria.
El resultado fue inesperado porque la Real Sociedad acababa de mostrar su cara más solvente en defensa en sus partidos ante el Cádiz CF y Getafe CF, éste último sin conceder ninguna ocasión clara, aunque contra los británicos influyera la baja a última hora del central Aritz Elustondo.
La ausencia de zaguero guipuzcoano, que vio como se reproducían los problemas en un tobillo que le han martirizado en los dos últimos meses, tuvo una clara influencia pues el primer gol llegó por un desajuste entre el centro de la zaga -Le Normand y Zubeldia- con Álex Remiro, génesis del gol de Bruno Fernandes.
La goleada pudo ser más amplia y haberse acercado a la infligida por el Liverpool de John Benjamin Toshack en la edición de la Copa de la UEFA 1975/76, con esos seis goles que son la máxima expresión del bajo rendimiento blanquiazul en un choque de competición continental.
Hay otros dos antecedentes similares al del Manchester, ambos fuera de casa, en una de las primeras apariciones por Europa, 1974, contra el conjunto de la extinta Checoslovaquia Banik Ostrava (4-0) y más recientemente ante el Shaktar Donest ucraniano en 2013.