Tras el pitido final, Aritz Elustondo atendió a los medios a pie de campo para analizar la victoria de la Real Sociedad ante el Elche. El central txuri urdin fue el autor del primer tanto de su equipo, el que abrió la lata entorno al minuto 70. Un gol que rompía una sequía de dos años y medio sin anotar.
Por ello, sus compañeros lo esperaban en el banquillo a la salida del verde del Reale Arena, al igual que al resto del equipo, a los que los suplentes fueron saludando a modo divertido, entre golpecitos y alguna que otra colleja. De ahí las palabras de Elustondo cuando le preguntaron por sus compañeros y el gol. "La que me espera", dijo ante los micrófonos y entre risas.
Incluso Remiro se cogió un pequeño rebote tras el topetazo que le dio su homólogo Moyá. Todo es buena muestra del gran ambiente que se respira en un vestuario que huele a Europa a tres jornadas para la conclusión de la temporada y que supo sacar adelante y con paciencia un partido que se puso cuesta arriba conforme avanzaba el reloj.
"Nos ha costado, teníamos delante un rival que ha renunciado a atacar con el balón pero se ha juntado bien atrás, nos ha costado. En el descanso hablamos que teníamos que ser pacientes y que iba a llegar ese gol", analizó Aritz.
Sobre el gol, el central tenía claro para quién iba dirigida la dedicatoria. "Todos mis goles siempre van para mi padre, que estoy seguro que está muy orgulloso de mí y de todo lo que estamos haciendo. Era un realista más, seguro que esté donde esté estará muy orgulloso de su hijo".