El Real Zaragoza volvió a revivir, frente a la Real Sociedad B, lo que se ha convertido en su particular cuento de nunca acabar porque después de un gran partido en el que fue muy superior a su rival no pudo pasar del empate debido a su falta de acierto rematador.
El equipo aragonés volvió a cuajar otro excelente partido con una presión asfixiante sobre el rival, recuperación del balón con celeridad y buen criterio a la hora de jugarlo, especialmente en una primera parte para enmarcar, pero de nuevo se topó con una falta de efectividad inusual para un equipo profesional y que está suponiendo que siga amarrado a la parte baja.
De hecho, hasta el gol maño contó con la colaboración de un defensa que desvió el disparo de Juanjo Narváez.
Los propietarios del terreno minimizaron a un filial realista que está dejando muy buenas sensaciones en su inicio liguero en cuanto a juego y merecieron la victoria pero el fútbol no es boxeo, en donde habría ganado con claridad en las cartulinas arbitrales, y lo que determina el triunfo es el gol, que se le sigue negando partido tras partido.
En el primer acercamiento de cualquiera de los dos equipos al área rival, al minuto y 25 segundos de juego, el realista Ander Martín puso un centro raso al área que desvió con un sutil toque a la red Jon Magunazalaia.
Se repetía la historia. El conjunto blanquillo, por enésima vez, comenzaba por detrás en el marcador con un cien por cien de efectividad del rival, una ocasión, un gol.
Sin embargo, lejos llorar sus eternas penas a este respecto se aplicó en la presión alta ante un "Sanse" que tenía muchos problemas para sacar el balón jugado.
El equipo de Juan Ignacio Martínez "JIM" recuperaba con rapidez el esférico en campo contrario y en apenas dos minutos (15 y 16) pudo haber igualado la contienda. El meta Gaizka Ayesa, rechazando un remate de Juanjo Narváez lo impidió primero y luego Álvaro García no llegó por centímetros a un remate desviado de Nano Mesa.
A la tercera fue la vencida para los 'blanquillos'. La presión al borde del área provocó un mal pase de Aritz Arambarri y el disparo de Narváez rebotó en el propio zaguero para engañar al portero donostiarra e igualar la contienda en el 19.
Tras el gol llegaron los mejores minutos maños con Iñigo Eguaras dirigiendo el juego y con Narváez y Nano Mesa poniendo en aprietos a la zaga "txuri urdin" con asiduidad y con un dominio absoluto del juego.
Hasta tres claras ocasiones de marcar gozaron los propietarios del terreno antes del descanso, dos de Nano Mesa y otro de Narváez, pero se toparon con un meta foráneo en gran forma que fue el mejor de su equipo y evitó el segundo tanto local.
El Real Zaragoza notó el desgaste de los primeros 45 minutos y aunque volvió a hacerse dueño del balón ya no fue capaz de llegar con la misma claridad al área de los guipuzcoanos.
Solo al principio con dos buenas opciones, un remate ajustado al palo de Narváez y la mejor del partido, en el 59, con un sombrero de Alejandro Francés a Ayesa que salvó sobre la línea de gol Aldasoro.
A partir de ahí la sensación de gol se diluyó porque el equipo de Xabi Alonso supo defenderse mejor aunque la expulsión de Ezkurdia en el 77 alentó a un Zaragoza que se volcó sobre el área visitante pero que no supo aprovechar la ventaja numérica.
Real Zaragoza (1): Cristian Álvarez; Francés (Adrián, m.89), Lluís López, Chavarría; Zapater (Vada, m.68), Eguaras, Francho (Borja Sáinz, m.83); Nano Mesa (Bermejo, m.68), Alvaro García (Iván Azón, m.68) y Narváez.
Real Sociedad B (1): Ayesa; Blasco, Arambarri, González de Zarate, Ezkurdia; Garrido (Roberto López, m.63), Pokorny, Aldasoro; Djouahra (Alkain, m.63), Magunazelaia (Zoilo, m.80) y Martín (Kortajarena, m.89).
Goles: 0-1. M.2. Magunazelaia; l-1. M.19. Arambarri (propia puerta).
Árbitro: De la Fuente Ramos (Comité Castellano-leonés). Expulsó a Ezkurdia por doble amonestación (m.77). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Vada y Adrián y a los visitantes Pokorny, Roberto López, Alkain y González de Zárate.
Incidencias: partido correspondiente a la sexta jornada de la Liga Smartabank, disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 20.000 espectadores.