Pese a que el partido transcurrió por unos derroteros normales, el final del duelo entre la Real Sociedad y el Mónaco se calentó debido a una acción aislada. Dos jugadores del conjunto francés propiciaron sendas patadas a otros dos txuri urdin, lo cual desencadenó el enfado de sus compañeros y la consiguiente tangana.
El lío se trasladó también a los banquillos, en los que se pudo ver a un Kovac desatado dirigiéndose hacia el banquillo de la Real. Ahí tuvo sus más y sus menos con Labaka, una acción por la cual vio la cartulina amarilla.
El partido estuvo detenido un par de minutos, hasta que volvió a reinar la cordialidad. Por la segunda patada, el árbitro también le mostró la tarjeta amarilla a un jugador rival.
En los minutos restantes el resultado ya no se movió en un partido limpio que se vio empañado en su recta final por lo sucedido a raíz de dichas acciones. El punto sabe más amargo que dulce a una Real que se queda en la tercera posición del grupo con dos puntos tras dos jornadas disputadas.