Merino explica cómo pueda jugar con un dedo del pie roto: "Tengo una tolerancia alta al dolor"

A Mikel Merino (Pamplona, 25 años) no hay golpe que le pare. En las últimas jornadas de LaLiga Santander ha jugado con una fisura en un dedo del pie, otra en un dedo de la mano, una brecha... y a pesar de ello no se ha perdido un partido. Si lo hace tiene "remordimientos" por pensar que no ha podido ayudar a sus compañeros.

El centrocampista de la Real Sociedad cuenta en ElDesmarque Gipuzkoa cómo hace para jugar con un dedo roto. Puedes escucharle también en el vídeo que está en la parte superior de esta noticia.

- Hace unos días ya nos describiste un poco tu 'parte de guerra': fisuras, brechas... ¿cómo estás ahora?

- Mejor. Cada día y cada hora que pasa en la que no tengo ningún golpe más voy a mejor. Es cuestión de tiempo, pero bien. Estoy contento y poco a poco voy  recuperándome. Esto de las lesiones es eso, darle aire al cuerpo, darle un respiro, y ojalá dentro de poco ya pueda estar al 100%.

- La semana pasada no entrenaste mucho pero volviste a ser titular en Sevilla. ¿Cómo se puede jugar con un dedo roto? 

- Se hace difícil, sobre todo conforme vas jugando partidos con fracturas o con lesiones. Al principio tienes más energía, pero según van pasando los partidos y tienes esos dolores es un pequeño lastre que tienes ahí, pero es cuestión de tener voluntad por intentar jugar, de intentar soportar el dolor de la mejor manera posible. Creo que yo tengo suerte en ese aspecto en cuanto a que tengo una tolerancia alta al dolor, y eso también me ayuda. Luego obviamente los fisios y doctores hacen su parte en el sentido de que te anestesian la zona para que te duela un poco menos. Y a la hora de jugar, tú sabes que estás limitado por el dolor que tienes, pero intentas ser inteligente y ajustarte a esa limitación para tratar de ser útil a pesar de no estar al 100%. Esa es otra de las claves.

- Imanol dice que podrías llegar a jugar incluso en silla de ruedas...

- No (risas). Imanol es un poco exagerado en eso. Sí que sabe de mi intención de jugar siempre, incluso de mi compromiso. De hecho ha habido partidos en los que se ha planteado darme descanso pero yo tenía muchas ganas de jugar y al final, a pesar de la lesión, he podido jugar. Imanol sabe que soy una persona implicada, igual que todos mis compañeros. Cualquiera de nosotros lo daría todo por jugar un partido.

- Tu gente cercana debe estar temblando cada vez que te ven jugar…

- Ellos sufren bastante, como mi madre, mi novia o mis amigos. Mi padre ya está acostumbrado a lo que es el fútbol y sabe que muchas veces vas a jugar con molestias y con dolores, pero los demás sufren un poquito más viendo que igual tengo un dedo roto o fracturas en la mano o la espalda mal. Aún así quiero jugar. Son los primeros que intentan conseguir que descanse un poco, que me tome las cosas con tranquilidad, pero siempre apoyándome y encontrando lo mejor para mí.