El partido entre la Real Sociedad y el Elche CF en el Martínez Valero fue una muestra de lo que los de Imanol Alguacil pueden hacer en ataque. Un equipo muy móvil que atacaba por ambos flancos, progresaba entre líneas y llegaba al área con mucha continuidad. En una acción, Ali Cho desbordó por el perfil diestro y, cuando parecía que tenía superado a Johan Mójica y el colombiano le zancadilleó dentro del área. Una acción castigada con penalti que bien pudo suponer el 0-2 para el conjunto txuri urdin. Sin embargo, Mikel Merino, que asumió la responsabilidad de ejecutar la pena máxima, no acertó en la definición. Un rol que le tocó asumir sin Mikel Oyarzabal y tras las bajas de Isak y Januzaj... Y que, al menos en su primer intento, probó a lo Panenka y falló.
Y es que el duelo ante el Elche fue un punto clave para Mikel Merino en cuanto a responsabilidad. Del brazalete de capitán a asumir los galones y convertirse en el ejecutor de penaltis del equipo. De hecho, suponía su primer penalti en LaLiga Santander. Sin embargo, su decisión, ejecutar el lanzamiento a lo Panenka, no resultó fructífera. Édgar Badía le vio las intenciones y decidió permanecer en el centro de la portería
Para más curiosidad, el penalti ha tenido lugar exactamente en la misma portería donde a Alexander Isak le anularon un penalti por realizar una paradinha. El sueco vio una tarjeta amarilla por parar la carrera antes del disparo, y el gol quedó anulado. Un hecho que, si bien no pasa de una curiosa casualidad, no deja de ser significativo. Seguro que Mikel Merino toma nota de este fallo y le sirve de cara al futuro.