Este pasado verano la Real Sociedad traspasó a Alexander Isak al Newcastle a cambio de 70 millones de euros. Se convirtió en el traspaso más caro de la historia de la entidad txuri urdin, y en el fichaje más caro de la historia del club británico.
La llegada del sueco a la Premier League no pudo ser mejor. Anotó un bonito gol el día de su debut, y le anularon otro por fuera de juego. Sin embargo poco a poco comenzaron a torcerse las cosas y aunque anotó otro gol más, sus apariciones con 'Las urracas' apenas han sido tres desde su llegada. Su último partido se remonta al 17 de septiembre; un empate entre el Newcastle y el Bournemouth en el que el exjugador de la Real Sociedad también vio puerta.
Desde entonces las lesiones le han mantenido en el dique seco, y no se le espera en un terreno de juego hasta 2023. Lo que es seguro es que se perderá los dos siguientes partidos de su actual equipo. "De algún modo, Alex sentirá el sentimiento de culpa y de haber decepcionado a la afición por solo haber podido participar en tres ocasiones teniendo en cuenta lo que se pagó por su traspaso", dijo Eddie Howe, actual entrenador del Newcastle.
Y es que él mismo vivió una situación parecida en su etapa como jugador, y conoce bien ese sentimiento. Aún así, el técnico también quiso ver el lado positivo de la situación: "Cuando no eres el centro de atención te vale para poder conocer mejor a tus compañeros, al equipo y al club. Eso permite después sentirte más cómodo en tu entorno".
"Esperemos que Isak pueda tener un papel importante en un mes de enero con muchos partidos. Ya está corriendo y pega al balón, pero cuando recaes de una lesión tenemos que tener cuidado. Estamos en la parte más importante y estamos siguiendo lo que dicen los médicos. Alex ya casi está, solo tenemos que asegurarnos de que cuando pise el campo esté completamente recuperado", resaltó Howe.