La Real Sociedad acabó pagando ante el Real Valladolid las numerosas bajas, y el rompecabezas que construyó Imanol para hacer frente a este partido no salió bien. Sin Aritz Elustondo, Andoni Gorosabel y Álex Sola para el lateral derecho, y sin posibilidad de convocar a Gabilondo del Sanse, tocó buscar una alternativa y tras barajas varias posibilidades a lo largo de la semana, al final el elegido fue Ander Barrenetxea, jugador que no había entrado en ninguna quiniela para ocupar esa demarcación.
Además de esta posición, el técnico oriotarra modificó el dibujo, y en lugar de salir con el habitual rombo apostó por un 4-3-3 con Navarro y Kubo, muy abiertos en bandas. Brais Méndez y Oyarzabal se quedaron de inicio en el banquillo, y jugaron Pablo Marín y Robert Navarro de titulares.
La verdad es que en la primera parte se le vio al equipo algo perdido y lejos de su versión habitual. Además Barrenetxea sufrió con Machís, y el centro del campo no terminaba de hacerse con el control. En la segunda parte, Aihen entró por Rico, Zubeldia pasó a la derecha, y Zubimendi, de central. Imanol no quiso buscar excusas en las bajas, peor lo cierto es que el equipo estaba muy justo. "Barrenetxea no está acostumbrado a jugar en esa posición, pero tampoco Igor", dijo el técnico de la Real.
Imanol añadió que "entendía que para el 4-3-3 Barrene nos podía ayudar pese a que no había entrenado durante toda la semana, peor está habituado a jugar en la banda aunque no sea de lateral. Y con Igor pasa lo mismo. Soluciones por desgracia no había muchas. También se podía apostar por Aihen, pero entendía que Barrene nos podía dar. Tampoco me lamento de lo de Zubimendi, un pivote que a veces está entre centrales y que es poderosísimo".