Este martes se conoció al primer finalista de la Copa del Rey 22-23. Osasuna se ganó el billete para el partido del próximo 6 de mayo en La Cartuja tras empatar a uno contra el Athletic en San Mamés. En la ida en Pamplona los de Arrasate se habían impuesto 1-0, y ese resultado fue clave para lograr sacar la semifinal adelante.
Uno de los futbolistas que se llevaron una gran alegría fue Mikel Merino. El centrocampista de la Real Sociedad, nacido en Navarra y formado en Tajonar, militó dos temporadas en el primer equipo de Osasuna. También su padre, Miguel Merino, fue un importante jugador rojillo.
El partido, que duró 120 minutos, se decidió en la prórroga. Pablo Ibáñez metía en el 116' el gol que permitía a los navarros estar en la final. Al poco de finalizar, Merino publicó en su cuenta de Instagram una foto enfocando la televisión en la que se veía la alegría de los aficionados de Osasuna acompañada del siguiente texto y de un emoticono de un corazón y otro de un círculo rojo: "¡Enhorabuena Osasuna! ¡Histórico!"