Real Sociedad: Remiro; Gorosabel, Zubeldia, Le Normand, Aihen; Zubimendi, Illarramendi, Brais, Oyarzabal, Kubo y Sorloth.
Sevilla: Dmitrovic; Montiel, Badé, Nianzou, Telles; Pape Gueye, Manu Bueno, Papu Gómez; Suso, Lamela y Rafa Mir.
La Real Sociedad despide este domingo al centrocampista Asier Illarramendi, que dejará el club a final de temporada, y lo hará con una celebración en su partido ante el Sevilla. Ambos equipos pueden festejar sus éxitos de la presente campaña, que les lleva a la UEFA Champions League.
El Sevilla sigue en una nube tras lograr el título de UEFA Europa League, lo que ha convertido una temporada mediocre en excelente. Este último adjetivo se puede aplicar también al equipo donostiarra, que sigue sin tener techo y que retorna a la mejor competición europea de fútbol diez años después.
Predecir una alineación en el cuadro txuri urdin es muy arriesgado, aunque parece lógico que Illarramendi esté en el once titular para despedirse sobre el terreno de juego. El resto es incógnita, aunque será difícil que Imanol Alguacil se salga de su ideario futbolístico que exige el triunfo en cualquier circunstancia.
Las dudas estarán en el grado de participación de los tres seleccionados por Luis de la Fuente con el combinado español porque, a unos días de la cita de las semifinales de la Liga de Naciones, no parece prudente tener mucho tiempo en el campo a Le Normand, Mikel Merino y Martín Zubimendi, aunque podrían empezar en el último once titular de la temporada.
La despedida de Asier Illarramendi es la única fija en la Real, ya que el resto del equipo tiene contrato en vigor, salvo el cedido Alexander Sorloth, que también puede decir adiós a la grada del Reale Arena, pendiente de lo que ocurra con su futuro en verano. Silva, lesionado, y Elustondo, sancionado por acumulación de tarjetas, se quedan en la grada.
El Sevilla llega a este duelo más festivo que otra cosa en San Sebastián con todo el pescado vendido por parte de ambos conjuntos, en la fiesta de la Real por su clasificación para una Liga de Campeones que también jugará la próxima campaña el heptacampeón de la Copa de la UEFA/Liga Europa, precisamente por el título logrado en Budapest ante el Roma, y en plena resaca por su correspondiente celebración.
Los sevillistas, que a finales de marzo estaban a 2 puntos del descenso, han pasado del peligro de verse cerca de perder la categoría a la euforía máxima al ganar el pasado miércoles su séptimo título de su torneo fetiche, con el técnico vasco José Luis Mendilibar como gran artífice de esta enorme metaformosis, con la ayuda, eso sí, de una plantilla de gran calidad a la que volvió a enchufar.
Tras el gran festejo por ese hito histórico de los nervionenses tanto el miércoles por la noche en Budapes como el jueves con el baño de masas que se dio a su regreso con la Séptima a la capital andaluza, además de descansar el viernes, el equipo hispalense no afronta en las mejores condiciones este último choque liguero sin nada en juego, con la plantilla y sus técnicos pletóricos por el éxito, pero con la resaca de una celebración como se merecía después de una mala campaña, de mucho sufrimiento.