La Real Sociedad afronta el tramo decisivo de la temporada. Y lo hará sin Brais Méndez tras su lesión, que conlleva operación. Con la campaña a punto de terminar y un mercado de fichajes de verano amenazante, primero hay que acabar por todo lo alto. Y esto sería con una nueva clasificación para Europa. La salida de Martín Zubimendi, con Bayern Múnich o AC Milan al acecho, ya se abordará. Hasta entonces, se espera que sea el ancla que ayude a Imanol Alguacil y sus muchachos a lograr su cuarta clasificación consecutiva a competiciones continentales. Eso sí, tendrán que hacerlo sin el vigués. No obstante, esto deja una puerta abierta a que Beñat Turrientes dé un paso adelante (otro más). Si bien ya ha cuajado partidos de bastante nivel (y se gustó con España sub 21 ante Bélgica), ahora tiene una oportunidad para asentarse en el once titular.
No en vano, sus actuaciones le han consagrado como el 'jugador número 12' (o uno de ellos) en los planes de Imanol Alguacil. El de Orio ha contado bastante con él y, si bien la temporada pasada pareció señalado en algunos momentos, este año ha sido el de su consagración como clara alternativa en el centro del campo.
Ya sea escondiendo la pelota, intentando progresar con ella, llegando a la frontal del área rival o sacrificándose en labores defensivas en las inmediaciones de la propia, su participación y prestaciones se han elevado notablemente en esta temporada. No en vano, en la presente campaña ya ha superado la frontera de los 1.500 minutos, repartidos en 32 partidos de todas las competiciones. Unos números muy importantes frente a los poco más de 320 minutos que jugó el año pasado, participando en apenas 13 encuentros.
Durante la pasada temporada, Imanol Alguacil ya dejó mensajes muy similares antes y después de algunos partidos clave. Sin señalar específicamente a nadie, resaltó que hacía falta que algunos jugadores de la plantilla dieran un paso adelante para ser competitivos en Europa. Esta campaña, tras cuajar una fase de grupos de la UEFA Champions League inmaculada, puede decirse que el técnico tenía razón. Y es que la mejora en el rendimiento de varios de los futbolistas ha sido capital para que el equipo pueda competir a ese nivel y pueda disputar tres partidos en el margen de siete u ocho días.
Para ello no solo ha sido clave la recuperación de algunos elementos clave. Mikel Oyarzabal, Ander Barrenetxea o Sadiq Umar se perdieron muchísimos partidos la pasada temporada. También ha influido el salto competitivo de futbolistas como Jon Pacheco, el ahora lesionado Aihen Muñoz o el propio Beñat Turrientes. Una 'unidad B' a la que se han ido sumando jugadores como Jon Aramburu o Jon Ander Olasagasti, a quienes, llegado el momento, les tocará dar un salto cualitativo similar. Mientras existan lesiones, y haya futbolistas como Sheraldo Becker o Arsen Zakharyan no demuestren que el puesto es incontestablemente suyo, siempre habrá motivos para que Imanol Alguacil siga animando la rotación. Llegado el momento, el reto y la responsabilidad de aprovechar las oportunidades será únicamente responsabilidad de ellos mismos.