La Real Sociedad cosechó un empate contra el Almería que no era ni mucho menos el resultado esperado, y más cuando el equipo logró remontar el gol en contra del primer tiempo. El equipo txuri urdin se dejó llevar en los últimos 20 minutos con el marcador a favor, y un par de despistes acabaron con la ventaja y con la posibilidad de sumar tres puntos importantes en la carrera por Europa.
El rostro de los jugadores tras el choque lo decía todo. Caras largas, decepción, cero sonrisas o brazos en jarras. La imagen era clara en el césped y en la grada, donde se registró la entrada más baja de la temporada (26.520 espectadores), y los que acudieron al Reale Arena para ver a los suyos un domingo a las 21 horas contra el colista se marcharon cabizbajos ante algo que no esperaban.
El primero en reaccionar fue Robin Le Normand ante las cámaras de DAZN cuando acabó el encuentro. "Ha sido un día duro. Hemos hecho más que suficiente para ganar, pero si dejas vivo el partido puede pasar cualquier cosa. Con lo que hemos hecho y por lo que queremos pelear se trata de un día duro porque queríamos ganar".
También se mostró crítico Martin Zubimendi: "Decepción y cabreo. Era un partido en el que tampoco hemos estado bien el 100% de los minutos, pero lo teníamos controlado. Los últimos minutos nos hemos empezado a dejar llevar y no ir a las disputas fuertes".
"Totalmente, cabreado, enfadado, llámalo como quieras. Está claro cuál es el objetivo que queremos todos, y evidentemente regalando como hemos regalado hoy va a ser complicado. Una cura de humildad, esperemos aprender de esto, hemos hecho lo bueno y lo malo, y no puede ser. Hemos encajado dos goles, nos han hecho otras dos ocasiones claras para lo poco que han tenido la pelota, y son muchas ocasiones. Algunas de ellas regalos nuestros", dijo el técnico oriotarra sobre el partido.