Los incidentes provocados por los ultras del Anderlecht en su visita a Donosti para el partido de Europa League provocaron que la Real Sociedad decidiera no enviar entradas a los fans del Ajax para el encuentro del próximo 28 de noviembre. Una orden que finalmente habría revocado el club ante la presión de distintas asociaciones de hinchas y la propia UEFA, permitiendo la entrada de fans neerlandeses en Anoeta.
Así lo ha anunciado el club después de haber mantenido conversaciones con la UEFA, el club de Ámsterdam y las autoridades locales de San Sebastián. En un comunicado, el conjunto donostiarra ha confirmado la resolución por la que están obligados a vender entradas a aficionados para el choque de la jornada 5 de la liguilla de la Europa League.
La Real Sociedad ha mantenido durante las últimas semanas conversaciones con UEFA, AFC Ajax y autoridades locales en torno a la venta de entradas para la afición visitante de cara al encuentro del 28 de noviembre en el Reale Arena.
La regulación del organismo europeo imposibilita llevar a cabo la voluntad del club txuri urdin de no vender entradas para el club visitante.
Queremos resaltar que, en vista de las circunstancias que han rodeado la celebración de varios de los últimos partidos europeos y los dispositivos de seguridad y organización requeridos, el Ayuntamiento de San Sebastián solicitó a la Real Sociedad que no vendiera entradas al equipo neerlandés.
La Real Sociedad quiere agradecer la voluntad del Ayuntamiento de San Sebastián y su compromiso con el Club para trabajar conjuntamente en aras de la seguridad en el fútbol.
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— Real Sociedad Fútbol (@RealSociedad) November 15, 2024
Hace unas semanas, los ultras del Anderlecht la liaron tanto en la previa como durante el propio partido ante la Real Sociedad que acabó con triunfo belga por 1-2. Si antes del mismo se encendieron bengalas por las calles de San Sebastián obligando a cerrar numerosos comercios locales, lo peor llegó con el encuentro ya en juego.
Dentro del Reale Arena y, tras haber logrado esquivar las medidas de seguridad en los accesos, los ultras del conjunto de Bruselas comenzaron a lanzar objetos a la Grada Familiar del estadio 'txuri-urdin'. Tras romper la protección de metacrilato, los belgas tiraron hacia abajo butacas del recinto y todo lo que encontraron suelto provocando un tremendo susto a los allí presentes sin que el partido, inicialmente, se llegara siquiera a parar.
Una situación de incertidumbre que aprovecharía el Anderlecht para llevarse el triunfo, lo que llevó a Mikel Oyarzabal a estallar tras el encuentro: "Al final la gente que viene a su campo se tiene que marchar a su casa porque cuatro imbéciles están lanzando cosas. Sabiendo que oba a ocurrir, no lo podemos permitir. La UEFA tiene que dar un paso adelante. Llevábamos quince minutos diciéndoles que tenían que parar y no han hecho nada. Es un mensaje claro a la UEFA. Y encima les sacan los colores".