El partido de la Real Sociedad en casa de la Lazio en la Europa League estuvo marcado por la batalla campal entre ultras de uno y otro equipo en la noche del miércoles por las calles de Roma. Dos aficionados 'txuri-urdin' siguen hospitalizados en la capital de Italia después de haber recibido el ataque de los 'laciales' y uno de ellos tiene pronóstico reservado tras haber recibido hasta siete puñaladas.
El Corriere della Sera ha dado este viernes más detalles de la pelea en las cercanías del Coliseo, así como del estado de los dos aficionados donostiarras que siguen en el hospital. Uno de ellos sería Iker Aranzadi Martínez, de 27 años, que habría recibido hasta siete puñaladas en el abdomen y la espalda y que habría salvado la vida "de milagro", como recoge el periódico transalpino.
El fan de la Real Sociedad está ingresado en el Hospital Umberto I, donde habría recibido la visita del presidente realista, Jokin Aperribay, en la previa del encuentro de Europa League, mientras sigue con "pronóstico reservado". En el Hospital San Giovanni se encuentra el otro seguidor donostiarra que sigue ingresado, con un tiempo de recuperación estimado en un mes.
Los otros tres aficionados visitantes que tuvieron que pasar por el hospital habrían salido en ambulancia para evitar ser identificados en la puerta. Mientras, la Policía sigue trabajando en saber qué sucedió y si la pelea fue planificada o fue un asalto por parte de los ultras de la Lazio.
La Curva Nord, el lugar donde estos últimos se suelen colocar dentro del Olímpico de Roma, guardó silencio durante toda la segunda mitad del Lazio-Real Sociedad en protesta contra la policía italiana por esta investigación. Según informa el Corriere, los italianos habrían abordado a un grupo de 'txuri-urdin' que se encontraban en el pub Finnegan alrededor de las 20:30h. de la noche del miércoles.
Ahora, el miedo entre los cuerpos de seguridad italianos se centran en el Roma-Eintracht de Frankfurt que se disputará el próximo jueves, en la última jornada de la liguilla de Europa League. Se espera el desplazamiento de 3.500 alemanes en una afición hermanada con la Atalanta con el recuerdo de las peleas en 2018 y 2023 contra ultras del Nápoles, lo que extrema la vigilancia sobre los tifosi tanto de la propia Roma como de la Lazio.
La condena ha sido unánime y el primero en hacerlo fue el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri: "La agresión a los aficionados españoles ofende a la ciudad. Se vieron imágenes vergonzosas e inaceptables. El Ayuntamiento rechaza enérgicamente estas escenas de violencia demencial que ofenden a la ciudad, a sus ciudadanos y al espíritu del deporte".
También hubo respuesta por parte de la Real Sociedad por parte del propio club, del presidente Jokin Aperribay y del entrenador, Imanol Alguacil: "Antes de nada, condenar los hechos sufridos ayer por la noche por nuestros aficionados. No puede ser una vez más que haya, en este caso, dos aficionados de la Real Sociedad graves. Ojalá sea la última vez. Mandar un enorme abrazo a los dos heridos, y esperar que se recuperen lo antes posible".