Borja Fernández está viviendo, desde el mes de enero, su tercera etapa como futbolista del Real Valladolid. Llegó al cuadro pucelano con la idea del ascenso "entre ceja y ceja" y, gracias a los cambios ideados por Sergio González, los blanquivioleta están cerca de lograrlo, aunque son conscientes de lo difícil que va a ser el final de la competición. El mediocentro gallego ha repasado varias cuestiones durante una entrevista en LaLiga 1|2|3 Magazine.
Entre ellas, Borja confiesa que tiene un sueño: volver a celebrar un ascenso con el Real Valladolid, como ya hiciera en la temporada 2006/2007. "Me gustaría estar otra vez en el balcón del Ayuntamiento, en la Plaza Mayor y celebrándolo sobre todo con los 5.000 o 6.000 que vienen siempre y con el resto de la afición, que al final hay que venir aquí a jugar en invierno, hay que venir cuando te pitan, cuando vienes de perder fuera... ".
"Llegamos con opciones y es parecido a cuando estás para descender. El que tenga la cabeza más fría, al que no le pueda la presión o sepa manejarla mejor, es el que va a estar ahí", recuerda el gallego.
"El que tenga la cabeza más fría, al que no le pueda la presión o sepa manejarla mejor, es el que va a estar ahí"
Es consciente de que, a sus 37 años, le queda poco para colgar las botas. Pero el de Ourense no quiere pararse a pensarlo demasiado. "Ahora que sé que ya sí está cerca, entre este año y el que viene, quiero disfrutar. Me estoy preparando para ciertas cosas pero no le doy demasiada importancia, prefiero disfrutar lo que tengo ahora después de la carrera que llevo", resalta.
Y eso es lo que está haciendo en el Pucela, disfrutar de los últimos coletazos de su carrera. "Es muy raro. Estuve tres días como en un 'deja vu' continuo, que vuelvo allí, que nadie se esperaba, ni yo mismo, que fuese a volver a Valladolid", reconoce. "Es un equipo histórico, su sitio es en Primera si se lo merece y el estadio es bonito, es grande y a la gente le gusta jugar aquí. Esto no se llena todos los días, pero esta es una ciudad bonita de España. Aquí hay un grupo humano enorme".
Su estancia en el cuadro pucelano no siempre ha sido placentera. En una de las etapas en Primera División hubo problemas en el vestuario y así lo recuerda Borja. "Era un vestuario bastante feo y se notaba. Me pasó dos años en Valladolid y uno de ellos en Primera y allí es más complicado mantener el nivel. También se nota mucho lo contrario, cuando el equipo está más unido, cómo se apoya el equipo, etc... ".
Puedes ver el vídeo completo de la entrevista, aquí.