Los nombres propios del Pucela
Durante gran parte de la temporada se ha comentado en numerosas ocasiones aquello de que el Real Valladolid era Jaime Mata y 10 más. Sin embargo, a pesar de que el Pichichi deja al equipo tras un gran año en lo individual, con 34 tantos en 46 partidos, el Pucela ha contado con muchos más protagonistas que le han permitido resurgir en los últimos encuentros del curso.Tras la destitución de Luis César Sampedro, Sergio González llegó al banquillo sin nada que perder para afrontar ocho partidos de Liga regular. El entrenador catalán tenía el complicado objetivo de clasificar al equipo para el play off. No solo lo consiguió, lo que supuso su renovación automática, sino que los blanquivioleta se mostraron muy superiores en todo el play off de ascenso.
Mención especial merecen también Óscar Plano y Pablo Hervías. El madrileño ha sido uno de los jugadores más regulares a lo largo de todo el campeonato. Fiel escudero de Mata, sus cinco tantos y ocho asistencias han colaborado para firmar, sin ninguna duda, su mejor campaña en su carrera. Por su parte, el riojano ha sido indiscutible para ambos técnicos, yendo de menos a más y echándose el equipo a las espaldas en una recta final para enmarcar, donde anotó auténticos golazos de falta directa.
A sus 37 años Borja Fernández ha dejado claro que la edad no importa. Titular indiscutible de principio a fin, ha sido la brújula del equipo en el centro del campo, encontrando su pareja ideal de baile en Míchel Herrero en el tramo final del curso, logrando los mejores resultados.
La cantera ha sido otra de las claves de este Real Valladolid. En un año en el que se apostó por ella desde el principio, los chicos del filial no se han arrugado y han contribuido, y de qué manera. Con Fernando Calero dando lecciones en defensa como si de un veterano se tratara, Toni Villa ha aportado la chispa y la calidad que se necesitaba en ataque. Además, Anuar Tuhami ha aparecido y cumplido en el momento en el que el equipo lo necesitaba para sustituir a Míchel.
También debe destacarse la campaña de un Jordi Masip que encajó goles de todo tipo durante la primera vuelta del torneo, pero que con el cambio de sistema y, sobre todo, de entrenador, pasó a tener menos trabajo durante los partidos, solventándolo con intervenciones de mérito.