Sergio González, técnico del Real Valladolid, se mostró enormemente orgulloso tras el empate ante el Numancia (1-1) que certificó el ascenso a Primera División. El míster, radiante, felicitó a sus jugadores y señaló que la clave no fue otra que la fe del grupo: "Hemos soñado, hemos creído y ahora estamos en Primera".
"El fútbol tiene estas cosas, hemos soñado, hemos creído, los chicos han creído en nosotros y lo hemos conseguido. Todo lo que pueda explicar es poco", aseguraba tras felicitar al bloque. "Estoy emocionado, creo que los jugadores han dado un paso adelante enorme, esto es fruto del gran trabajo realizado".
Cuestionado por el último tanto de Jaime Mata como blanquivioleta, Sergio señaló que fue "la guinda" a una "temporada excelente" ya que el punta "merecía despedirse así de su afición".
Finalmente, el míster admitió que su vestimenta, repetida, formaba parte de un ritual que le estaba dando suerte y dedicó el ascenso a su mujer y sus hijos, a los que "hace un mes que no veo, pero bueno, ha merecido la pena".