El Real Valladolid se movió mucho el pasado verano. Fueron un total de 13 incorporaciones. Por número ya era imposible que todos pudieran rendir y ganarse un puesto en el equipo. No todos iban a tener una etapa exitosa de blanquivioleta y, obviamente, tendrían que buscarse una salida lejos del Nuevo Estadio José Zorrilla al final de temporada o, incluso, antes.
Dos de estos jugadores fueron Sulayman Marreh y Asier Villalibre. El centrocampista africano y el punta vasco no tuvieron oportunidades en los primeros seis meses de competición. El gran número de efectivos en el centro del campo cerró el puesto a 'Suly'. Mientras tanto, el rendimiento de Jaime Mata hacía lo mismo con el exdelantero del Athletic Club.
Uno y otro, cedidos en Valladolid y con necesidad de minutos, veían pasar el tiempo y su situación no cambiaba. Es más, empeoraba. La llegada de refuerzos en el mercado invernal marcaba a ambos jugadores que abandonaron el Nuevo Estadio José Zorrilla en enero para seguir en LaLiga 1|2|3.
En una triple negociación, entre Real Valladolid, jugadores y equipos de procedencia, Sulayman Marreh se marchó a la Unión Deportiva Almería y Asier Villalibre al Lorca FC. Nuevos restos y nuevas exigencias para ambos en una oportunidad que no dejó el mismo regusto.
Si el africano dejó Pucela para firmar 922 minutos, repartidos en 12 partidos, el vasco, que jugó los mismos partidos, sólo acumuló 457 minutos en una etapa que dejó al equipo lorquino en Segunda división B. Un duro final para una pelea en la que se encontró con 'Suly', como en el vestuario pucelano hasta finales del mes de enero.