"Bendito problema", pero problema a fin de cuentas. El regreso a la Primera División del Real Valladolid tiene a la ciudad enloquecida y todo apunta a un éxito sin precedentes en la campaña de abonados. El Club, que se había marcado superar los 20.000 abonados, ve ahora como esa cifra, que creían ambiciosa, se va a quedar corta con los más de 17.000 que hay ya a estas alturas.
Y el problema reside en que llegará un momento en el que haya que cortar el grifo. Contando con que todos los abonados que tienen su carnet gratis para la 2018/2019 lo activen, superar las dos decenas de miles de simpatizantes será una realidad. Pero el ritmo es tal que en las oficinas del Nuevo Estadio José Zorrilla tienen que empezar a estudiar cuándo parar. ¿Dónde está el techo de abonados?.
Según Carlos Suárez, en el margen de entradas que haya que poner a la venta para cada encuentro. "Quizás no queden ni 1.500 entradas para vender cada partido", dijo Suárez en la presentación de Keko Gontán.